viernes, 5 de agosto de 2011


Africa

AFRICA
         AFRODESCENDIENTES
La historia africana está marcada por el hierro de la esclavitud.
Sudáfrica es un país marcado por una historia de diferencias raciales. Primero fue la esclavitud, luego el Apartheid. A través de los años, los sudafricanos se han visto separados muchas veces por el color de la piel. Sin embargo, aunque apenas 17 años separan a Sudáfrica del absurdo del Apartheid, sistema de segregación racial instaurado en 1948 y que permaneció vigente hasta 1991, este país está aprendiendo día a día a vivir respetando sus contrastes. Una muestra de ello es la serie de museos y galerías de arte dedicados a recordar la época de la esclavitud y del Apartheid.
http://www.youtube.com/watch?v=Ucb3Xld8GzE&feature=relatedhttp://www.youtube.com/watch?v=Ps-BISJ5pEE&feature=channel
Regiones africanas de trata de negros:
Cuando se estudia la procedencia de los africanos que fueron enviados a América para trabajar como esclavos en las plantaciones, resalta que la región occidental del continente fue la que mayor cantidad de hombres y mujeres aportó a ese degradante comercio.
Ese fenómeno tiene una explicación lógica y es el resultado de la proximidad geográfica de esa parte de Africa con el continente americano. Era más económico en tiempo y dinero, trasladar esclavos del occidente de Africa, que de regiones más alejadas, como el este continental, donde las naves debían circunvalar el Cabo de Buena Esperanza en Africa del Sur, e incluso la propia zona austral.
Fue en Gorée, una isla situada frente a las costas de Senegal, donde los portugueses concentraban a los esclavos para su posterior traslado y venta. El navegante lusitano Ga Da Mosto descubrió la península de Cabo Verde, en el actual Senegal, en 1445, estableciéndose en Gorée. Los portugueses crearon factorías en esa isla donde almacenaban a los hombres y mujeres que eran cazados en la región.
Prácticamente, casi todas las naciones hicieron su aporte a la esclavitud, en una época en que no existían las actuales divisiones territoriales. En el período de la trata de esclavos, en el siglo XV, la zona occidental de Africa recibió el nombre de Ríos Sur y servía de lugar de reparaciones y almacenaje de embarcaciones españolas y portuguesas que llegaban al continente para obtener esclavos.
Fue tal la importancia que adquirió la costa occidental africana, que las oficinas comerciales esclavistas se establecieron en esa región. Los ingleses, franceses, italianos, belgas y portugueses rivalizaban por el dominio del territorio.
Con la excepción de Italia, que ejerció posteriormente su dominio colonial en el este de Africa, fundamentalmente Somalia, Eritrea y en parte Etiopía, en el llamado Cuerno Africano, las restantes naciones crearon en siglos posteriores protectorados, primero, y un férreo sistema colonial, después, del cual no escapó ninguna de las actuales naciones que configuran el mapa de Africa Occidental.
Dominios coloniales
A Gran Bretaña, la mayor potencia colonialista de los siglos XVIII y XIX, le fue reconocida Nigeria en la Conferencia de Berlín 1884-1885, como zona de influencia británica. Fueron los navegantes portugueses en 1472 los primeros en aventurarse hasta la bahía de Benin, dando inicio a una práctica mercantil destinada al comercio de especies y a la trata de esclavos. Pero ya en 1713 el Tratado de Utrecht reconoció a Inglaterra el virtual monopolio de esclavos en detrimento de los portugueses.
Además de la tierra de los yorubas, haussas e ibos, los ingleses desplazaron a los lusitanos de la actual Sierra Leona, apoderándose del comercio de esclavos, hasta que fue prohibido por Gran Bretaña en 1807.
También fueron posesiones inglesas Gambia, declarada colonia en 1843 al salir victoriosa de su rivalidad con Francia; Ghana que la Corona británica la declaró formalmente su colonia en 1874 y Camerún compartido con Francia, a partir de 1920 tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. La presencia de los teutones en ese país databa desde el siglo XIX.
Francia ejerció su dominio en la República de Guinea a donde llegó a comienzos del siglo XIX; en Costa de Marfil de cuyo territorio se adueñó entre los años 1853 y 1868. El vasto sistema colonial francés incluía las actuales República del Congo, Gabón, Senegal, Benin, Malí, Níger, Burkina Faso, Mauritania y Togo que se repartió con Gran Bretaña después del fin de la Primera Guerra Mundial en que Alemania salió derrotada.
Portugal, el más débil de los tres imperios europeos en Africa, aunque sus navegantes fueron los primeros en explorar las costas continentales, estableció su dominio en Angola, la mayor y más rica de sus posesiones en 1442. En esa fecha llegaron los primeros lusitanos comandados por Diego Cao, quien al percatarse de las posibilidades de ese país, partió a informar al rey; luego regresó y dos años más tarde inició la colonización.
Los lusitanos también se apoderaron de Guinea Bissau, del Archipiélago de Cabo Verde y de las islas de Sao Tomé y Príncipe, esta última utilizada durante siglos como depósito de esclavos y punto de embarque hacia América.
España colonizó a Guinea Ecuatorial y Bélgica, la actual República Democrática del Congo, que tiene en el Océano Atlántico la única porción de costa con que cuenta esa nación.
Aunque llegaron esclavos de las más diversas regiones de África, la inmensa mayoría provenían de la Costa Occidental, de Senegal a Angola; sobre todo de la región al norte del río Congo. Geográficamente, las culturas de los negros esclavizados pueden localizarse como:
  Área del Sudán Occidental (Culturas Sudanesas)
a) Tribus de los rios de Guinea 
b) Tribus de los rios de Sierra Leona
 Sub-área de la Guinea (Culturas Sudanesas)
c) Tribus de los rios de Malagueta
d) Tribus de la Costa de Mina
e) Tribus Carabali
 Área del Congo (Culturas Bantú)
f) Tribus del Congo
g) Tribus de Angola.
Culturas Sudanesas
1) Tribus de los Rios de Guinea
Son aquellas que se hallaban en la zona que comprende desde el rio Senegal, por el Norte, hasta el rio Pongo, por el Sur. Los cuencas fluviales que comprende son la de los rios Senegal, el Gambia, el Cassamance, el Santo Domingo y el Geba.
Las tribus que se encontraban en la parte costera de esa zona eran los yolofes, caboverdianos, los berbesies, los branes (entre el rio Cassamance y el Santo Domingo, donde estaba enclavada la factoria portuguesa de Cacheo), lo biafaras (que no deben confundirse con los biáfaras (que pertenecen a otra región), los Biochos (del archipielago de los Biagos) y los Bambará.
Las tribus de esa misma area, pero que se hallaban más al interior, y que fueron hechos esclavos, eran los Fulas y los Mandingas.
Actualmente esta zona esta ocupada en parte por Mali, Senegal, Gambia, Guinea Bissau y la República de Guinea
2) Tribus de los Rios de Sierra Leona
Son las tribus que se hallaban desde el rio Pongo hasta el rio San Juan. Básicamente se trata de la tribu de los zapes. En la actualidad, la zona cubre los estados de Liberia y Sierra Leona
3) Tribus de la Costa de Malagueta
El área comprende desde el rio San Juan hasta el rio Bandana. Actualmente corresponde a territorio de Costa de Marfil
4) Tribus de la Costa de Mina o Costa de Oro
Se extiende desde el rio Bandana hasta el Volta. En esa area fundaron los portugueses el fuerte de San Jorge de Mina, llamado más tarde Elmina. Corresponde a territorio del estado de Ghana.
5) Tribus de los ríos de Arará
El área va desde el rio Volta hasta el Niger. Corresponde al territorio de las culturas Dahomey (de donde es originarioel voodoo)  y Yoruba. Las tribus de esta zona eran los Fanti, Ashanti, Araraes, Barbas, Lucumies y los Benin. Actualmente el territorio pertenece a Togo, Benin (antiguo Dahomey) y Nigeria. Porto Novo y lagos fueron dos factorías negreras portuguesas y actualmente son las capitales de Benin y Nigeria, respectivamente. Los Dahomeyanos pasaron a formar parte el grueso del actual de Haití y Rep. Dominicana. Los Yoruba conformaron la mayor parte de Cuba y Brasil, y en menor medida en Rep. Dominicana
6) Tribus de la región Carabali
Los Carabalíes habitaban en el delta del Niger y sus inmediaciones. Junto aellos se hallaba la tribu de los Ibos y los Bíafras (no Biafaras). Actualmente corresponde a territorio de Camerún.
 Culturas Bantú
7) Región de Congo
Es la región que se extiende a ambas orillas del rio Congo. De ahi procedía la tribu de los Congos.
Región de Angola
Corresponde al actual territorio de Angola. Se fundó allí la factoria portuguesa de San Pablo de Loanda. De esa región procedían los esclavos de las tribus Matamba, Malemba, Lubolo, Lamba, Quisama y otras de menor presencia.
La esclavitud africana: Reseñas Históricas
El tráfico de esclavos africanos fue una de las lacras que marcó la dominación europea en tierras americanas. En Charcas, los esclavos eran destinados al servicio doméstico y a la producción de coca en los yungas paceños.
Cronología de la esclavitud africana desde 1620 hasta 1664
 1620
Los peregrinos se establecieron en Plymouth, Massachusetts. En su mayor parte, había siervos y no esclavos, lo que significa que los funcionarios más negros fueron puestos en libertad después de cumplir 25 años  en virtud de acuerdos contractuales similares en forma de aprendizaje Inglés.
 1624
El neerlandés había entrado en el comercio de esclavitud en 1621 y los negros de importación para servir en las granjas de Hudson Valley que de acuerdo con la legislación neerlandesa, los hijos de los libertos (liberados) de los esclavos son obligados a la esclavitud.
 1638
El precio para un hombre de África era de alrededor de 27 dólares, mientras que el salario de un trabajador europeo se acerca setenta centavos por día.
 1640
Se acotaban y se marcaban a los africanos con letras, fue tomado de la práctica romana de la Península Ibérica a través de las colonias de América, que aunque apareció más temprano continuó con audacia viciosa.  Uno de esclavos de Virginia, de nombre Emanuel, fue declarado culpable de tratar de escapar en julio de 1640, y fue condenado a treinta bandas, con la letra “R” para “Runaway” de marca en la mejilla.
 1641                                                                                                                                                                                                                                      La colonia de Massachusetts legaliza la esclavitud.
1642                                                                                                                                                                                                                                      La Colonia de Virginia promulga la ley para multar a aquellos que albergan o ayudan a los esclavos fugitivos. La ley de Virginia, sanciona a personas que refugiaban fugitivos por valor de 20 libras de tabaco para cada noche de refugio concedido. Los esclavos se volvían a marcar después de un segundo intento de fuga.
1649
Los trabajadores negros de la colonia de Virginia eran unos 300 y se intentaba que las exportaciones de tabaco llevaran la prosperidad a Virginia.
 1650                                                                                                                                                                                                                 
Durante siglos, la cuestión de la igualdad de derechos presentó un gran desafío para el Estado. Virginia, después de todo, había sido el sitio principal para el desarrollo de la esclavitud del negro en las Américas. En la década de 1650 algunos de los sirvientes se había ganado su libertad.  Debido a que los reemplazos, ya sea blanco o negro, estaban en oferta limitada y más costosa, los propietarios de las plantaciones de Virginia consideraron las ventajas de la servidumbre de la “perpetua” la política ejercida por los propietarios de tierras del Caribe. Siguiendo el ejemplo de Massachusetts, Virginia legalizó laesclavitud en 1661. En 1672 el rey de Inglaterra fletó la Real Compañía Africana para adquirir mayores cargamentos de esclavos en los centros comerciales como Jamestown o Hampton. Por esta época, la población mundial se estimaba en 500 millones de euros.
 1651                                                                                                                                 
Thomas Hobbes, en Leviatán, argumentó de una teoría mecanicista de que el hombre es un animal egoísta, individualista, en guerra constante con los demás.
1660
La esclavitud se extendió rápidamente en las colonias americanas.  La primera situación jurídica de los africanos en América no estaba bien definida, y algunos, como los sirvientes europeos, lograron liberarse después de varios años de servicio. Desde la década de 1660, sin embargo, las colonias comenzaron a promulgar leyes que definían y regulaban las relaciones de esclavos. Estas leyes decían que los esclavos negro, y los hijos de las esclavos, serviría para la labor.  Esta premisa, junto con el crecimiento natural de la población entre los esclavos, significaba que la esclavitud podría sobrevivir y crecer. La continua demanda de mano de obra de esclavos africanos “surgió del desarrollo de la agricultura de plantación, el aumento a largo plazo de los precios y el consumo de azúcar, y la demanda de los mineros.  No sólo los africanos representan los trabajadores calificados, pero también eran expertos en agricultura tropical. En consecuencia, se adaptaban bien para la agricultura de plantación. La alta inmunidad de los africanos de la malaria y la fiebre amarilla en comparación con los europeos y los pueblos indígenas los hizo más adecuados para el trabajo tropicales. Mientras que el trabajo blanco y rojo fueron utilizados inicialmente, los africanos eran la solución definitiva al problema laboral grave en el Nuevo Mundo. Los esclavos eran principalmente para las plantaciones de azúcar, minas de diamantes en Brasil, sirvientes de la casa, en las explotaciones de tabaco en Virginia, en las minas de oro en La Española y más tarde la industria del algodón en los Estados sureños de los EE.UU.. “La hibridación de la caña de azúcar entre el siglo XVI y el siglo XIX hizo cada vez más grandes cosechas posibles”. A pesar de este crecimiento en la producción de tabaco, los problemas continuaban con precios y la calidad. En 1660, cuando se saturó el tabaco, los precios cayeron tan bajo que los colonos apenas podían sobrevivir. En respuesta a esto, los colonos comenzaron a mezclar otros materiales orgánicos, tales como hojas y la basura de sus hogares, con el tabaco, como un intento de compensar la cantidad por lo que llegaron a los bajos precios. La exportación de este tabaco basura no resolvió los problemas de los colonos de manera inmediata, sino que acentuó los problemas de sobreproducción y el deterioro de la calidad. Como la reputación de tabaco disminuyó, se tomaron medidas.  En primer lugar, se redujo la cantidad de tabaco producido, en segundo lugar, se regularizó el comercio mediante la fijación del tamaño del barril de tabaco y la prohibición de los envíos de tabaco a granel; por último, se realizó una mejora de la calidad mediante la prevención de la exportación de tabaco basura. Estas soluciones nunca llegaron porque no había manera de hacer cumplir la ley. No fue sino hasta 1730, cuando se aprobaron las Actas de Inspección de Virginia, para que las leyes de comercio del tabaco se comenzaran a aplicar plenamente.
 1661
Al año siguiente, la colonia fue un paso más allá al declarar que los niños nacidos en condiciones de servidumbre serían libres de acuerdo a la situación de la madre. Virginia declara que los esclavos negros estaban preparando una huelga contra la autoridad.
 1662                                                                                                                                      Se crea una ley que sanciona las relaciones entre los negros, otra que castigaba los matrimonios interraciales; el castigo entre un hombre africano y una mujer inglesa era el inmediato destierro de Virginia. La esclavitud en los Estados Unidos se rige por un amplio corpus de derecho desarrollados a partir de la década de 1660 a 1860. Cada estado tiene su Código de esclavos esclavo de sí mismo y el cuerpo de las decisiones judiciales. Todos los códigos de esclavos presentan una condición permanente: la herencia de la madre, y los nuevos esclavos se definen como propiedad, por lo general en las mismas condiciones que las tierras. Los esclavos, siendo la “propiedad”, no podían tener propiedades o ser parte de un contrato.  Dado que el matrimonio es una forma de un contrato, el matrimonio no existía entre esclavos. Todos los códigos de los artículos regulaban también a los negros libres que todavía estaban sujetos al control de sus movimientos, eran a menudo obligados a salir del estado después de la emancipación.          Los esclavos acusados de crímenes de Virginia no fueron juzgados en tribunales sino que los juzgaron tribunales especiales con un jurado creado en 1692. Aunque personas como Philip J. Schwarz, profesor de la Universidad de Virginia escribieran esto “Los esclavos que atacaron a personas de raza blanca o sus bienes por lo general actúan con un propósito y no sólo por impulso”, los tribunales para esclavos negros estaban tremendamente amañados. Muchos esclavos fueron colgados, quemados en la hoguera, desmembrados, castrados y con marcas, además de los azotes de costumbre.  Pero el temor de los blanco por la rebelión de los  negros era una corriente constante.
 1663
Se crea una ley que estipula que todos los negros importados se de la condición de esclavos. Así, las mujeres libres blancas que se habían casado con esclavos negro, debían ser esclavos durante la vida de sus cónyuges, irónicamente, los niños nacidos de mujeres blancas y esclavos negros, eran considerados libres por una ley de 1681.
1663                                                                                                                                 Primeras graves conspiraciones de esclavos registrados en la América colonial se llevan a cabo en Virginia.
 1664
Se sanciona la esclavitud por la ley. Se conceden ciertas libertades a los esclavos negros y la reconversión al cristianismo. Aunque se mantuvo la ley que prohibía el matrimonio entre blancos y negros (ley que estuvo en vigor pasados 300 años).
África y la trata de esclavos:
Con la llegada y conquista de América, por parte de los europeos, se trazaron planes de expansión que exigían mano de obra barata. En un principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos pero la legislación española se planteó muy pronto la ilicitud de dicha práctica (gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas y de la Escuela de Salamanca), e hizo que se importaran personas esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades, especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.
Con la llegada y conquista de América, por parte de los europeos, se trazaron planes de expansión que exigían mano de obra barata. En un principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos pero la legislación española se planteó muy pronto la ilicitud de dicha práctica (gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas y de la Escuela de Salamanca), e hizo que se importaran personas esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades, especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.
La fuente de esclavos fue África, y la Isla de Gorée, colonia francesa, fue el lugar preciso donde se estableció el mercado de esclavos, también conocido como el lugar sin retorno y donde se separaban definitivamente las familias desintegradas por la esclavitud.
De forma similar los árabes mantuvieron un importante tráfico de esclavos africanos, tanto a través de rutas cruzando el Sahara como a través de la costa oriental de África, fundamentalmente la Isla de Zanzíbar. Este comercio se extendió desde el siglo VII hasta el siglo XX y alcanzó proporciones similares o superiores al comercio negrero del Atlá’
Teniendo en cuenta el desarrollo posterior, es sorprendente que falte en la lista de mercancías que formaban el primitivo comercio de Guinea los esclavos. En Guinea existían, por supuesto, esclavos domésticos, sobre todo en las comunidades más desarrolladas, que trabajaban como sirvientes y obreros agrícolas de los reyes y otros personajes importantes, y, sin duda, los cargadores de las caravanas comerciales eran también esclavos. Pero parece que el comercio de esclavos, por lo menos en gran escala, se desarrolló posteriormente. Las referencias a la exportación regular de esclavos negros al norte de África, muchos de los cuales deberían proceder del sur del Sudán, no aparecen en las fuentes árabes hasta el siglo XII, aproximadamente. Parece que este comercio se extendió solamente después de la expansión del Islam en el Sudán occidental, que siguió a la conquista de Ghana por los almorávides. Es evidente que el comercio de esclavos a gran escala adquirió importancia en las costas de Guinea sólo cuando creció la demanda europea, a partir del siglo XVI. Sin embargo, las demás ramas del comercio estaban ya muy desarrolladas cuando los europeos llegaron a la costa.
El tráfico de esclavos provocó estragos en África, los cuales aún hoy en día se hacen sentir. Durante cuatro siglos este continente fue escenario de guerras y razzias por la captura de esclavos. Millones de africanos fueron exportados para tierras lejanas, otros tantos millones murieron en largas marchas hasta la costa y en los almacenes a la espera de ser embarcados. Este éxodo forzado de millones de personas provoco la disminución del crecimiento vegetativo de la población africana, ya que los hombres y mujeres en edad de procreación eran vendidos. Algunos investigadores llegan a decir que entre los siglos XV y XIX el continente perdió más de cien millones de hombres y mujeres jóvenes. Varias regiones africanas quedaron casi totalmente despobladas. El investigador André Gunder Frank en su libro La Acumulación Mundial 1492-1789 señala la cifra de 13.750.000 esclavos traídos a América entre los siglos XVI y XIX, a lo que el investigador Enrique Peregalli añade un 25% por muertes en el trayecto y un 25% más por muertes en África con motivo de las guerras de captura, lo que da un total de 20.625.000 africanos perdidos para el continente en ese período(). Igualmente, se calcula que en ese período sólo desde la costa de Angola a los puertos de São Tomé y América fueron transportados tres millones de esclavos. Así se explica que las zonas más pobladas en el Siglo XV como el Congo, Ndongo y Quissana, en el Siglo XVII estuviesen ya despobladas. Además, muchas poblaciones, ante el peligro de la esclavitud, abandonaron sus zonas originales, refugiándose en las regiones interiores, ayudando a la despoblación.
El comercio de esclavos era el más lucrativo y los europeos se encargaron de persuadir a los jefes locales y a los mercaderes africanos para participar en él. De este modo se produjo una reacción en cadena. La aristocracia, los jefes y los comerciantes africanos querían aumentar su riqueza, autoridad y poder, queriendo también defender su independencia. Para ello, necesitaban de armas de fuego y mercancías de Europa. En este contexto, la fabricación de armas de fuego se transformó en un gran negocio de exportación. Con ellas se organizaban extensas cazas de hombres, ataques a otros pueblos, tribus y aldeas, con el fin de someterlos y venderlos como esclavos. De este modo, se deterioraron las relaciones entre los diversos estados y pueblos. Los pueblos del litoral y del interior más próximo se encontraban en guerra continua. Así, a partir del Siglo XVI los reinos de Benín, Congo y Angola en Africa Occidental, tal como el Imperio Mutapa en África Oriental, se desmoronaron. En los siglos XVII, XVIII y XIX, en las selvas del Golfo de Guinea y en el valle del río Zambeze se desarrollaron estados militares con base en el comercio de esclavos. Tenían una rígida organización militar, poseían grandes ejércitos permanentes y se enriquecían con la venta de sus propios hermanos, haciendo la guerra a los pueblos vecinos.
Además de la captura de hombres y mujeres, el tráfico promovió el saqueo sistemático de los bienes producidos. Ya sea a través de tributos o de pillaje, los traficantes saqueaban el producto de las cosechas, ganado, marfil, pieles, cera, maderas preciosas. Las actividades económicas como la agricultura, minería, artesanía, alfarería y el comercio local fueron abandonados y se orientaron a una actividad económicamente más productiva: la esclavitud. El tráfico de esclavos trajo al continente africano un estancamiento, por no decir un retroceso económico. La agricultura, los tejidos, la fundición y la forja de metales se fueron reduciendo. En contrapartida, se desarrolló la exportación de seres humanos. En lugar de poner a la venta productos, ahora el único producto de fácil venta en el mercado eran los propios productores. Las pequeñas industrias locales no pudieron sobrevivir. Por lo tanto, el tráfico de esclavos retardó el desarrollo y creó condiciones para el actual estado de subdesarrollo.
A mediados del s. XIX, Zanzíbar era el único centro comercial de cierta importancia situado en la costa oriental del continente africano. Cada año llegaban a la isla entre 20.000 y 40.000 esclavos de los que, aproximadamente la mitad, eran exportados a países islámicos como Arabia, Egipto o Turquía. Aunque los buques de guerra británicos y franceses patrullaban las inmediaciones del enclave para evitar el tráfico de esclavos, éste constituía la principal fuente de ingresos del floreciente emporio que, junto al Sudán, en el otro extremo del continente, era el foco fundamental de la esclavitud en África. Sin embargo, el tráfico de esclavos no se encontraba en manos de las potencias europeas sino que seguía firmemente controlado por negreros de religión musulmana que no sentían la menor compasión hacia aquellos a los que denominaban despectivamente kafires. De las potencias occidentales, sólo Portugal seguía recurriendo a la esclavitud y oponiéndose a los intentos antiesclavistas porque, incluso en aquellos lugares donde la esclavitud sería legal todavía algunos años, como en EEUU o en la Cuba española, no se recurría a la importación de esclavos, sino al aprovechamiento de los desdichados hijos de los ya existentes. Poco puede negarse la responsabilidad de las potencias occidentales en la trata de negros desde finales del siglo XV a la segunda mitad del siglo XIX.
Desde tiempos antiguos, el nombre de África se relacionó con la imagen de tierra cálida y llena de sol. Dicho nombre parece provenir del latín aprica, que quiere decir soleado, o del griego aphriké, que significa sin frío.  Por supuesto, una de las características más notables de este continente es el clima caluroso en la mayor parte de su territorio.   
   La superficie del continente africano es de más de 30 millones de km2, incluyendo las islas. Este continente presenta una forma triangular y maciza.    
   La población del continente africano se encuentra dividida étnica y culturalmente en dos grupos separados por la barrera geográfica del desierto del Sahara.  Al norte se halla la llamada África blanca, compuesta por pueblos de raza mediterránea, mezclados en algunos casos con elementos de la cultura negra.  Al sur del Sahara, el África negra comprende varios grupos, entre los que se encuentran:  los pigmeos  de las selvas ecuatoriales, de escasa estatura; el grupo khoi-san, localizado en los desiertos y mesetas meridionales; los sudaneses de las sabanas de la zona boreal y los bantúes del África central y austral, que son los más numerosos.  Hay también varios millones de habitantes de origen europeo.  
   El árabe, con sus numerosos dialectos, es la lengua oficial en toda la zona septentrional de raza blanca.  Las lenguas nigercongoleñas y, principalmente el bantú, con una gran diversidad de dialectos, son las que predominantemente se hablan en el África negra.  Otras lenguas que se hablan en África son el swahili, dialecto del bantú; el afrikaans (en Sudáfrica) y el inglés, el francés y el portugués que, en algunos sitios que fueron colonias de estos países, se adoptaron como lenguas.  
   Las civilizaciones africanas han tenido tradicionalmente un carácter oral: elementos acústicos como: voz, percusión e instrumentos musicales son  decisivos y la memoria desempeña un papel fundamental en la vida, la historia y la cultura.
El tráfico de esclavos
Esclavos africanos El comercio de esclavos africanos fue practicado por los árabes durante la Edad Media. Durante el siglo XV, los portugueses fueron los principales comerciantes de esclavos y el tráfico se convirtió en un próspero negocio. Tanto España como Portugal mantenían esclavos negros en sus respectivos territorios.
Con el descubrimiento de América, los nuevos territorios se abrieron al tráfico. Se calcula que entre 13 y 20 millones de personas llegaron a América en condición de esclavos, es decir, convertidos en objetos pasibles de compra y venta. Carlos V concedió “licencias” para introducir esclavos africanos a las colonias españolas; éstas se concedieron a alemanes, genoveses y flamencos, pero en la época de Felipe II el tráfico fue monopolizado por los portugueses.
Desde el África a las plantaciones
En este lucrativo comercio, que duraría más de trescientos años, se vincularon comerciantes y empresas de distintos orígenes -portugueses y españoles, inicialmente, y luego ingleses, franceses y holandeses- con jefes africanos encargados de la captura tierra adentro, con el fin de trasladar de forma compulsiva millones de hombres y mujeres. Los esclavos se capturaban principalmente en las costas de Angola, el Congo y Senegal.
El tráfico a las colonias españolas se dirigió especialmente a Centroamérica, la costa caribeña de las actuales Colombia y Venezuela, la región de Guayaquil y, en menor medida, los valles de la costa peruana. El Brasil fue el destino mayoritario de los esclavos durante el siglo XVI.
El costo de los esclavos siempre fue muy elevado, sobre todo por la gran mortandad de las travesías marítimas, en las que debían soportar largas semanas de confinamiento, mala alimentación, hacinamiento y precarias condiciones higiénicas.
Este sistema de explotación fue menos utilizado en las colonias españolas que en otras regiones del continente. Del total de esclavos africanos vendidos en América, la distribución aproximada fue: el 16% en las zonas españolas; el 50% en las colonias inglesas del sur de América del Norte o en las Antillas; y el 34% en el Brasil portugués.
Los trabajos de los esclavos
Captura de esclavos
Los africanos se dedicaron de lleno a la producción agrícola en las plantaciones de caña, algodón y tabaco. En los valles peruanos laboraron en las viñas. En las explotaciones brasileñas de caña, los esclavos trabajaron tanto en las faenas del campo como en las industriales, desarrolladas en los ingenios azucareros.
En los siglos XVII y XVIII era muy frecuente que los españoles y criollos adinerados tuvieran a su servicio esclavos negros para realizar las tareas domésticas.
Los esclavos en la Audiencia de Charcas
Marcas de fuego para esclavos africanos  
Artesanos negros
Los artesanos negros fueron numerosos en el Perú, si bien eran menos que aquéllos que trabajaban en el servicio doméstico y en el camp…
Los esclavos que llegaron al territorio de Charcas, procedentes principalmente del Congo y Angola, llegaron por la ruta de Panamá y el Perú hasta que se abrió el puerto de Buenos Aires en el siglo XVIII. Según Alberto Crespo, un esclavo hombre, entre los 20 y 40 años costaba alrededor de 500 pesos. Si la venta era “al por mayor”, el precio por unidad podía disminuir. Se los identificaba con marcas de fuego en la frente, el pecho o los brazos; cada dueño marcaba sus esclavos con un símbolo distinto.
La mayor parte de los esclavos llegados a Charcas fueron destinados al servicio doméstico. Se intentó introducirlos al trabajo de las minas, pero su mortandad era tan grande que pronto se desistió de ello. En Potosí, se encargaron de las hornallas en la Casa de la Moneda. En las restantes ciudades de la Audiencia de Charcas se dedicaron a trabajos artesanales, llegando a constituir cofradías adscritas a las iglesias de Santo Domingo. Fueron zapateros, plateros, pintores y escultores.
Los esclavos destinados a las faenas agrícolas se concentraron en las haciendas cocaleras de los yungas paceños, zona de la que procede, en la actualidad, prácticamente la totalidad de la población afro boliviana.
La Diáspora africana y su relación con África 
Más que un conjunto de personas de ascendencia africana que vive fuera de África, la Diáspora africana representa una esperanza para el desarrollo del continente. Pero, ¿quiénes son estas personas que forman la diáspora africana? ¿Dónde viven? ¿Cuál es su contribución a África? Estas son las preguntas que se abordarán en el seminario organizado en torno al tema “Renacimiento Africano: diversidad cultural y unidad africana” en el marco del FESMAN.
Según Ferdinand Mayega, un periodista de la Diáspora africana en Canadá, “la Diáspora africana debe contribuir a promover la ética, la integridad, la responsabilidad, el respeto de las leyes y normas, el respeto de los derechos del resto de ciudadanos, el amor al trabajo, el esfuerzo de aprender e inversión en África, el deseo de hacer el bien, la puntualidad, el amor por su continente y el deseo de vivir en paz”.
Para comprender mejor las palabras de Mayega, conviene definir antes el término “diáspora”. La palabra “diáspora” deriva del griego “sporo”, que significa “semilla” y “speira”, que significa “sembrar”. Este término, que se ha utilizado durante mucho tiempo para denominar la dispersión de los judíos en la Antigüedad, hoy en día designa el conjunto de miembros de una comunidad dispersos en varios países.
La Diáspora africana es una de las más grandes de los tiempos pre modernos. Designa a la población resultante de la deportación de africanos durante la trata de esclavos desde el siglo XVI al XIX y a sus descendientes en todo el mundo. Sin embargo, las numerosas dificultades socioeconómicas a las que se enfrentan los países africanos y que provocan la fuga de cerebros e intelectuales, la salida de los deportistas, la inmigración ilegal y el exilio de personas cualificadas, son otros factores importantes que contribuyen al incremento de la diáspora.
Los africanos que han sido deportados o han emigrado a diferentes partes del mundo constituyen las denominadas “Diásporas africanas”. Según las estimaciones de la Unión Africana en 2007, estas Diásporas reúnen aproximadamente 112,6 millones de personas de América del Sur (principalmente Brasil, Colombia y Venezuela), 39,2 millones de personas de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), 13,5 millones de personas del Caribe y unos 3,5 millones de personas de Europa (principalmente Francia). 
En la definición de la Diáspora africana, la UA destacó la contribución de esta última “en el desarrollo del continente africano y la construcción de la Unión Africana”. De hecho, la Diáspora africana desempeña una función vital en África. Según muchos expertos, la ayuda que prestan ciertas diásporas africanas a sus países de origen es considerablemente superior a la ayuda pública para el desarrollo. Según un informe del Banco Mundial en 2005, los africanos residentes fuera del continente inyectan cada año, a través de fondos, de 4 a 6 mil millones de dólares en el África subsahariana.
EL ASPECTO POLÍTICO
En este apartado, tendremos en cuenta sobre todo ese eje fundamental en política que es el respeto de las libertades en un Estado. Para ello, vamos a valernos de un análisis de dos instituciones básicas de la vida política negro-africana: su constitucionalismo y sus regímenes políticos.
 El constitucionalismo negro-africano
Al introducirnos en esta temática, cabe decir con Monique Lions que: “Como advertencia general, precisa subrayar el fenómeno de verdadera inflación constitucional que África Negra conoce desde la independencia.”
Esta generalización del constitucionalismo africano parece obedecer a un movimiento que se dió en el siglo XIX en Europa, llamado el movimiento constitucionalista, nacido de la Ilustración Francesa.
Dicho movimiento expandió la idea de que “estar dotado de Constitución (se entiende, claro, en sentido formal) era algo así como la prueba de incorporación a “las Luces”, a la libertad, al progreso (hoy diríamos que era prueba de modernización del país). No tener constitución era tanto como permanecer aún en el oscurantismo, en la superstición, en la servidumbre”
Igual que en Europa donde la consecuencia práctica del movimiento constitucionalista fue la rápida universalización de las constituciones, en África Negra los distintos países al adquirir su independencia adoptaron también una constitución por un fenómeno de moda. A la mayor extensión del hecho constitucional en África Negra independiente, no ha seguido en absoluto su mayor valoración real. Fuera cual fuera la forma de gobierno, el poder político ha seguido siendo muy aplastante.
Antes de seguir con la otra institución de la vida política negro-africana, cabe constatar dos cosas:
- La primera consiste en pensar que la inefectividad de la constitución en África Negra, no debe llevarnos a borrarla de nuestro ámbito político porque es algo fundamental en un Estado de derecho. Su presencia, aunque todavía ineficaz en las políticas negro-africanas puede servir de trampolín a las futuras generaciones con vistas a su auténtico desarrollo como garantía de las libertades de los ciudadanos.
- La segunda consiste en preguntarnos con Jean du Bois de Gaudusson si la inefectividad y no-aplicación de la constitución en África Negra, “¿proviene como se ha avanzado a veces de las especificidades culturales de un continente que sería refractario a ello, o es más bien consecuencia del autoritarismo de gobernantes reticentes a limitar y repartir el poder?”
Sin negar por supuesto que haya elementos culturales que puedan dificultar un constitucionalismo real en nuestro continente, nos parece que la gran razón de su no-aplicación está  en el autoritarismo de los dirigentes políticos que de hecho acuden a los argumentos de tipo cultural para justificar su actuación.
 Los regímenes políticos negro-africanos
Sin duda ninguna, la década de los sesenta es, dentro de la vida política negro-africana, la década de las independencias después de casi dos siglos de colonización. Al final de esa década, en 1970, África Negra cuenta con 35 países independientes. Pero a pesar de esas independencias y de los distintos matices económicos, sociales y culturales que configuran los nuevos Estados independientes, éstos tienen todos unos regímenes políticos perfectamente equiparables. Son de alguna manera regímenes autoritarios en donde se da una gran concentración del poder político en un sujeto o en un grupo muy reducido de sujetos. Aunque son pocos los países que mantienen abiertamente un régimen autoritario, sin embargo, el autoritarismo está  de hecho generalizado en África Negra.
Se ha intentado no sólo explicar sino también justificar dichos regímenes con argumentos de distinta índole, de los cuales destacamos los de índole sociológica y económica.
Los argumentos de tipo sociológico
Parten del hecho “por otra parte cierto” de que en África Negra, el Estado casi nunca corresponde con una nación preexistente. Generalmente, éste tiene su origen en una creación muy artificial de los antiguos colonizadores. Los nuevos Estados se encuentran entonces con el problema o de su propia supra-densidad o infra-densidad respecto de las comunidades sociológicas preexistentes que sólo muy difícilmente aceptan un poder político que les es extraño. De ahí a veces las revoluciones, las guerras tribales, los separatismos, que despedazan África Negra.
Los argumentos de tipo económico
Parten del hecho de que los nuevos Estados negro-africanos son todos Estados pobres. Ahora bien, las estructuras sociales son frecuentemente denunciadas como causa de esa pobreza, teniendo en cuenta el estancamiento económico del que serían responsables. De ahí la necesidad de que un poder político fuerte pueda cambiarlas, al mismo tiempo que realiza una planificación de la economía nacional.
Ante esa situación, era suficientemente justificada para algunos la necesidad del autoritarismo para realizar la cohesión nacional y promover el desarrollo económico.
Al respecto, escribe Monique Lions: “El régimen político que la lógica impone en el África recién independizada tiene que ser de inspiración autoritaria y centralista, con miras a una doble meta de edificación y de educación. Se trata, nada menos, de edificar el Estado, educar las masas y levantar su nivel de vida, suprimir el marco tribal y las “micro naciones” que ha engendrado, eliminar las rivalidades regionales y realizar la unidad nacional; en resumen, se trata de transformar el universo de la tribu en un conjunto de Estados Modernos.”
Es esta opción política, la que de hecho ha tenido éxito en tierras africanas, donde los gobiernos se han desentendido de los derechos y libertades de los ciudadanos en nombre de una pretendida cohesión nacional y sobre todo de un pretendido desarrollo económico.
Pero la actual situación socio-económica, nos lleva a pensar que el autoritarismo con vistas a unas transformaciones socio-económicas no ha podido ser justificado.
Todo al contrario, el resumen de la acción de los gobiernos negro-africanos, tal como nos la presenta Achile Mbembe es bien triste: “regulación neo-patrimonial y burocrática de la economía, c de la sociedad, economía de racionalización, el peso de una deuda externa siempre creciente, degradación dramática de las condiciones de vida de importantes capas de la población, éxodo masivo en la economía paralela, subida del cinismo y pérdida de confianza en la ideología oficial, programas de austeridad y de reestructuración en contracorriente a toda perspectiva de crecimiento, dilapidación del capital humano a través de la coerción y del terror, poderes políticos sumisos a fuertes presiones internas y externas.”
En todo este aspecto de los regímenes autoritarios, habrá que tener muy en cuenta el hecho de los golpes de Estado que colorea de manera distinta la política negro-africana, por su muy notable presencia.
EL ASPECTO ECONÓMICO
Nuestro propósito aquí es simplemente recoger un conjunto de datos básicos que nos permitan entrever esa situación socio-económica en la que está  viviendo África Negra hoy.
Junto a la euforia general que se dió después de las independencias, nos encontramos con un conjunto de autores que empiezan a denunciar unas situaciones sobre todo económicas que hoy, han llevado el continente al borde de la asfixia.
Si en 1962 R. Dumont decía que África Negra había despegado mal; si en 1980 hablaba de una África Negra estrangulada; hoy, después de más de una década, la situación socio-económica negro-africana se ha degenerado drásticamente: África Negra está  al borde de una muerte inminente. Es lo que aparece en los últimos informes sobre la situación socio-económica mundial. Los datos que manejaremos aquí están sacados de dichos informes
La realidad socio-económica de África Negra nos es algo conocida por los medios de comunicación. Por ello, nos limitaremos a aportar algunos datos más en forma de anotaciones sin abundar en los números.
Es algo conocido por todos que África Negra es el sub-continente más pobre de la tierra con una población mayoritariamente sumergida en una pobreza absoluta. Con unos 216 millones de pobres, se calcula que en el año 2000 tendrá unos 304 millones de pobres. Por pobres aquí, no se trata de cualquier pobreza, sino de seres humanos cuyos ingresos no les permiten pagar una dieta mínimamente adecuada ni tampoco la satisfacción de necesidades distintas de las alimentarias.
 Se ha relacionado generalmente la pobreza de África Negra con su explosión demográfica. Por ejemplo, el Informe anual 1994, del Banco Mundial explica el car cter desalentador del crecimiento económico de África Negra por su elevada tasa de crecimiento de la población.
Sin embargo, la realidad nos muestra que no hay una relación directa entre densidad de la población y nivel de vida. Así, por ejemplo, Alemania y Burundi son dos países que pertenecen a los países de alta densidad (200 o más habitantes por km2), pero mientras Alemania es uno de los países más ricos del mundo, con un PIB per cápita de $23.650, Burundi sigue formando parte de los países más pobres del mundo con un PIB per cápita de $210.
Por lo tanto, parece obvio que el desarrollo no va principalmente unido a una disminución de la población sino a una apropiación desigual de los recursos disponibles.
De ahí que tengamos que decir con Francis Moore Lappe y Rachel Schurman que: “La posibilidad de que el planeta pueda evitar un nivel de superpoblación depende de que “los pobres puedan tener mayor seguridad ymás oportunidades”
 Es frecuente justificar la crítica de la explosión demográfica negro-africana y del Tercer mundo en general por la limitación de las reservas mundiales y la necesidad de solidaridad con las generaciones futuras.
Pero acaso ¿Se ha pensado un poco en el hecho evidente de que Occidente, además de tener mayor población, consume más reservas mundiales que África Negra?
Hablando por ejemplo del consumo de energía, los datos que tenemos nos dicen que países con semejante densidad tales como Uganda y España, tienen un consumo absolutamente dispar. Cuando un ciudadano de Uganda consume una energía de 25 kilogramos equivalentes en petróleo, el ciudadano de España consume 2.229.
Con estos datos, nos parece evidente que “lo que amenaza agotar los recursos no es el consumo de subsistencia de las mayorías desheredadas, sino el derroche caprichoso de las sociedades opulentas”
También nos preguntamos:¿de dónde surgen por un lado esa exigencia ética de solidaridad con los generaciones futuras y por otro lado esa profunda falta de solidaridad con otros pueblos presentes que pasan hambre y miseria?¿Acaso valen más los que vendrán que los que ya están?
Cabe opinar que esa continua vuelta sobre la limitación de la natalidad radica en un doble miedo: por un lado, el miedo a que si aumenta la población de África Negra y del Tercer Mundo en general, a Occidente le quedar  poco para su derroche; por otro lado, el miedo a ser asediado por África Negra y el Tercer Mundo en general.
De ahí la urgencia por cerrar las fronteras de Europa a la Inmigración.
La deuda externa es también un capítulo preocupante de la realidad socio-económica negro-africana como lo muestran los datos. Se estimaba que la deuda externa total de los países en desarrollo era de 1,7 billones de dólares al final de 1993. De toda esta cantidad, nada menos que 156.400 millones de dólares constituyen la deuda externa de África Negra que ha ido incrementándose a lo largo de los cinco últimos años.
Con tal deuda, es imposible hablar de desarrollo. Como bien reconoce el Banco Mundial, en 1993, el crecimiento se vio frenado en África Negra entre otras causas por la carga de la deuda (a pesar de las condonaciones y reprogramaciones).
Esa misma incapacidad que provoca la deuda no ya de cara al desarrollo, sino a la misma supervivencia, es la que aparece en esta pregunta de Julius Nyerere: “¨¿Tendremos que dejar morir de hambre a nuestros hijos para pagar la deuda?”
La educación es también otro aspecto muy expresivo de la inhumana realidad negro-africana actual. África Negra alberga más de 138 millones de adultos analfabetos.
A pesar de los esfuerzos realizados, es evidente que siguen existiendo unas inmensas capas de la población excluidas del mundo de la lectura y de la escritura. Hay que reconocer también que dentro de dichas capas, sigue formando un núcleo muy mayoritario el colectivo de mujeres pobres, víctimas de una falsa concepción que considera que el mundo de la escritura y del libro, o por decirlo de manera más global, el mundo del estudio y de la ciencia es una antítesis de la condición y de las aspiraciones femeninas.
Quizás podríamos entender ese desinterés educacional por el hecho de querer reservar el mundo de las letras al ámbito privado de la élite nacional como lo ha sido hasta ahora. Como bien nota Nicere Githae Mugo, “las clases dirigentes africanas mitifican los libros y el conocimiento como una forma de conservar su prestigio. Recuerdo haber presenciado, siendo una niña, cómo un maestro de escuela primaria humillaba a los campesinos. Como casi todos eran analfabetos, necesitaban llevarle las cartas que recibían para que se las leyera o para que les escribiera las respuestas. El maestro se deleitaba visiblemente sintiendo cómo la gente de la región “hombres y mujeres, muchos de ellos bastante mayores que él” reconocían su superioridad. Demoraba en atenderlos. Pavoneando por el patio de la casa, silbaba, estirando el cuello de su camisa mientras tomaba té. Creaba una atmósfera de misterio, aumentado el sentimiento de dependencia de los campesinos. En pago, estos debían llevarle huevos, pollos, frutas y otros productos de la granja. !Un típico señor feudal dentro de su pequeño reinado intelectual!”
Los datos del comercio internacional nos pueden también ayudar a entender la durísima realidad por la cual está  pasando el sub-continente negro-africano. Según dichos datos, es más la cantidad de productos que se importan, que aquella que se exporta. Esto se debe básicamente a la muy baja proporción que representan las manufacturas negro-africanas en la exportación. Hasta hoy, el continente negro sigue teniendo fundamentalmente una economía agraria, sin ninguna industria.
La capacidad de exportación que se limita fundamentalmente a las materias primas constituidas por los productos agrícolas, los metales, los minerales, y el petróleo, tampoco le resulta positiva. La continua mala retribución de dichos productos está  dejando a África al borde de la asfixia.
Después de este triste cuadro del aspecto socio-económico negro-africano, vamos a estudiar ahora la realidad cultural negro-africana.
LAS ESPERANZAS NEGRO-AFRICANAS
Se ha afirmado generalmente que la esperanza es lo último que se pierde. Esto es cierto en el caso de África Negra. Ante el drama que está  viviendo el continente, lo que permanece sin duda son sus esperanzas.
Estas pueden resumirse en tres: esperanza de una vida de libertad; esperanza de una vida mínimamente digna y esperanza de respeto y de no-discriminación.
Como podemos observar estas esperanzas “que en las sociedades europeas parecen algo obvio, algo normal, algo básicamente conseguido no desde hace décadas sino siglos” constituyen el todavía lejano anhelo del mundo negro-africano.
 Esperanza de una vida de libertad
Por esperanza de una vida de libertad, hacemos referencia a algo tan básico como poder vivir libres en una tierra de libertad. Soñamos todavía con una existencia de paz, donde lo normal sea el respeto de las libertades de opinión, de elección, de reunión, de religión y no las guerras tribales, ni los golpes de Estados, ni los estados de sitio, ni la violencia tanto callejera como militar, ni las cárceles llenas de presos políticos, etc.
 Esperanza de una vida digna
Por esperanza de una vida mínimamente digna, nos referimos a que los negro-africanos y las negro-africanas no sueñan con grandes lujos. Soñamos simplemente con lo que puede soñar cualquier ser humano al levantarse: poder comer, vestir, leer y escribir, trabajar, cobijarse, respirar aire limpio (ya que hoy por hoy África Negra se ha convertido en uno de los grandes basureros de los residuos tóxicos de los países industrializados).
Los africanos y las africanas no pretenden alcanzar el grado de lujo y de riquezas de las sociedades europeas. Sus pretensiones son más modestas y más sencillas. Consisten fundamentalmente en dejar de ser la gran cuna de la muerte para volver a ser la cuna de la vida, pero de una vida de mínima dignidad.
Esperanza de una vida respetada
La última gran esperanza del negro-africano y de la negro-africana es que igual que hace años vimos caer ese símbolo de odio y separación que fue el muro de Berlín, veamos también caer ese otromás profundo que sigue siendo el menosprecio y el desprecio del hombre negro y de la mujer negra que aparece bajo las formas del racismo y de la xenofobia. La realización de dicha esperanza pasa por tres momentos:
- La revalorización del propio ser del negro o de la negra, ya que le enseñaron a odiarlo. Se trata de “la concienciación de los negros hacia una positiva re-evaluación de su existencia negra. Hasta ahora ellos han sido enseñados a despreciar su negritud, (…), a buscar los ideales “blancos”, y a interpretarse a si mismos en términos definidos por los blancos. Pero ahora, el hombre negro debe recobrar su “ser alguien” y apreciar su “negritud”, algo que no se puede cambiar. Nuncamás debe mirar al hombre blanco para definirse a sí mismo”
- El respeto debido a los demás: El negro debe respetar todas las personas de las demás razas y culturas, porque sería falso pensar que el negro es siempre víctima. Vemos en la actualidad, por el movimiento ultraderechista negro en Estados Unidos, por las múltiples guerras tribales o religiosas (el caso del Sudán) en África Negra, que el negro es también capaz de racismo y de xenofobia.
- Y finalmente la esperanza de no-discriminación del negro se realizar  cuando éste llegue a ser respetado y reconocido por las demás razas como persona dotada de dignidad humana a pesar de su color de piel. Parece algo difícil por los múltiples brotes de racismo y xenofobia que están surgiendo en Europa, por el rechazo, la desconfianza y la marginación cotidiana que constituyen la norma en la relación entre europeos y africanos.
LAS POSIBILIDADES NEGRO-AFRICANAS
Vamos a presentar a continuación un conjunto de datos en donde analizamos las posibilidades que tiene África Negra de salir de la preocupada situación en la que está  viviendo. Son simples pistas que tienen como única pretensión, indicar que la situación de África no es definitiva, y que existen factores que la pueden cambiar. No son vías independientes sino vías de solución complementarias.
 Las riquezas naturales
Los negro-africanos y las negro-africanas son pobres. Pero eso no se debe ciertamente a que nuestra madre Naturaleza no nos haya dotado de grandes riquezas. África Negra, en cuanto a las reservas naturales es una de las regiones más ricas del mundo.
En cuanto a los productos de las industrias extractivas, se estima por ejemplo que África Negra tiene el 75% del cobalto mundial; el 46% de los diamantes; el 44% del cromo; el 32% del magnesio; el 32% del oro; el 24% de los fosfatos; el 20% del uranio; el 18% de la bauxita; el 14% del cobre, el 11% del petróleo.
En cuanto a la producción agrícola, se estima que África Negra tiene el 55% del cacao mundial, el 19% de los cacahuetes; el 19% del café, etc.
También cabe indicar otros sectores como la ganadería y sobre todo las reservas pesqueras de las costas africanas. No hay que olvidar tampoco la belleza de sus paisajes, de su fauna y flora que ofrecen grandes posibilidades para el turismo.
Con este conjunto de riquezas, parece que esa pobreza actual sólo se entiende desde dos hechos:
- Primero, desde nuestra incapacidad de explotar nosotros mismos las riquezas que la Naturaleza nos ha dado, de allí la absoluta necesidad por nuestra parte de vendernos a las grandes potencias que transforman nuestras materias primas a un precio miserable.
-Segundo, la existencia de una clase política insolidaria que se queda con las míseras ganancias de las ventas de las materias primas.
Aquí, además de la exigencia de una mayor justicia social, la solución radica sin duda en el establecimiento de formación tecnológica y científica que nos abra la puerta a una explotación autónoma, pero no exclusivista de nuestras reservas naturales. Si en España se ha afirmado generalmente que “Lo que la Naturaleza no da, Salamanca no lo presta”, en África Negra habría que decir en este caso que “Lo que Salamanca no aporta, la Naturaleza tampoco lo da”.
El hecho me parece sencillo de entender. Existe una anécdota que lo explicaría de manera todavía más clara. Se trata de un señor que va al mecánico porque el coche no le funciona. El mecánico lo intenta poner en marcha sin éxito. Al final, abre el capot, aprieta una tuerca, y consigue arrancar el coche. Por su trabajo, le pide 100.000 pesetas a su dueño. Este, escandalizado, le dice al mecánico:¿100000 pesetas por apretar una tuerca? Y el mecánico contesta: ¡No! No es por apretar una tuerca sino por saber qué tuerca había que apretar.
Aunque las reservas naturales constituyan una gran posibilidad de futuro para África Negra, no se trata de tener sólo las reservas naturales. Hay que saber cómo explotarlas.
 La juventud
No cabe duda de que la juventud constituye otra gran posibilidad que tiene África Negra. La juventud juega un doble papel: es el gran capital humano de la producción africana y la fuerza de cambio hacia el futuro.
En unas tierras donde prácticamente no existen maquinarias para los trabajos, incluso los más difíciles, hay que recurrir inevitablemente a los jóvenes. Son los que pueden constituir la gran mano de obra para el futuro.
Pero la juventud es también de gran importancia porque encarna la gran fuerza de cambio en las sociedades negro-africanas. Dentro de las tendencias de la juventud actual, podemos destacar las siguientes orientaciones:
- El deseo de autonomía en reacción con cualquier tipo de alienación. Se trata de realizarse plenamente y responsablemente dentro de la sociedad, sin caer en las ataduras de una tradición africana ya pasada.
- El deseo de lograr su vida en reacción contra toda forma de inseguridad socio-económica. Es deseo de unos estudios, de un trabajo, de una casa, de comida, de sanidad, etc.
- El hecho del compromiso y de la participación que muestra una reacción contra el desinterés por lo público. Hay un deseo de integración en los problemas de la sociedad y de aceptación de las responsabilidades ante la sociedad.
En cualquier caso, podemos decir que existe entre la juventud negro-africana, una gran voluntad por movilizar al menos todas las fuerzas africanas, de cara a un cambio de su realidad.
Los intelectuales africanos
Los intelectuales africanos constituyen otro pilar indispensable para encontrar una salida a la realidad negro-africana actual.
Perseguidos durante más de treinta años por un poder postcolonial absolutamente autoritario, los intelectuales africanos parecen incapaces de romper su silencio. Su valentía, su ética, su libertad de espíritu parecen haber cedido frente al silencio de los cementerios que les impuso el poder de los cañones, de la cárcel o de la persecución sistemática por un poder político opresivo. El reciente caso de las ejecuciones en Nigeria es por sí solo muy elocuente.
Con el inicio del pluralismo de opiniones en África Negra, se esperaba ver un mayor protagonismo de sus intelectuales en el debate social; nos sorprende más bien su inactividad. Las únicas voces que siguen oyéndose en el desierto mundo de la política son las de los periodistas, de los parados, de los estudiantes, de los campesinos castigados por la mala remuneración de sus productos de cacao o café, de los dirigentes de la Iglesia…
Nos parece que el intelectual debe recobrar su protagonismo en la realidad negro-áfrica actual. A él le incumbe el deber de orientación de la sociedad negro-africana actual. Tiene la obligación de iluminar a esa sociedad sin tener necesariamente que obligarla en sus decisiones. Tiene que indicar a la sociedad los peligros que le acechan y las mejores soluciones para su futuro. África Negra, que se encuentra en una encrucijada, necesita más que nunca de espíritus capaces de crear las circunstancias de su salto hacia adelante, capaces de estimular su poder crítico y de interrogación, en una palabra capaces de iluminar y asegurar al continente.
Por lo tanto, pensamos que todos los intelectuales africanos, estén en el continente o no, deben asumir sus responsabilidades hacia África Negra. Todos, filósofos, sociólogos, historiadores, artistas, etc. deben fomentar un gran Círculo de reflexión realista, que tranquilice, asegure y oriente el continente hacia un futuro mejor.
 La pequeña industria
La pequeña industria, la única realmente existente en África Negra, constituye un gran marco para el desarrollo de África Negra. Los medios de comunicaciones nos han acostumbrado a identificar África Negra con figuras de niños desnutridos y desnudos. Es verdad, pero no toda la verdad. África Negra tiene un conjunto de pequeñas industrias que pueden constituir un trampolín para una posterior implantación de medianas y grandes empresas.
A título de ejemplo, podemos citar las pequeñas fábricas de azúcar, aceite, papel, bebidas, de confecciones de vestidos, de calzado, de madera, de textil, de cerámica, etc.
A éstas, hay que añadir las empresas de montaje de m quinas de coser, de bicicletas, motos, etc.
Nos parece que África Negra no tiene de momento la capacidad de implantar grandes empresas, sino que sus gobiernos y las ayudas internacionales al desarrollo tienen que ir fundamentalmente hacia la promoción de estas pequeñas industrias que cubren sobre todo las necesidades de cada nación y de África Negra en general.
 La Iglesia
La Iglesia constituye otro factor importante en la búsqueda de solución a la difícil situación que atraviesa el continente negro-africano.
No cabe duda de que la Iglesia africana tiene todavía una capacidad de convocatoria y de formación muy superior a todos los partidos políticos. Y ella sería un marco adecuado para fomentar un compromiso real por el cambio del destino de África Negra.
Pero para ello, se tendrían que superar las tensiones entre los defensores de una fe intimista, desvinculada de toda realidad socio-cultural, los defensores de la inculturación y finalmente los defensores de la liberación. En vez de dichas luchas sin sentido, la Iglesia tiene que abrirse a una Evangelización de la Realidad, es decir, tiene que predicar la fe cristiana en el continente negro-africano, teniendo en cuenta su realidad política, socio-económica, cultural y antropológica. La realidad negro-africana no se reduce a lo cultural ni a lo económico, sino que incluye éstas y otras dimensiones que tienen que evangelizarse.
Pero en cualquier caso, frente a la situación de pobreza y marginación que vive el continente negro, no nos parece que la opción de la Iglesia africana sea ni la de refugiarse en la pasividad y en la ambigüedad de no entrometerse en los asuntos estatales (políticos, económicos, socio-culturales) respetando así la laicidad de la Iglesia; ni la de dar prioridad a una inculturación frecuentemente entendida como una recuperación de tradiciones trasnochadas. Eso es lo que impidió a la Iglesia durante muchas décadas combatir las causas estructurales internas y externas de la pobreza en África Negra.
Felizmente, desde hace años, ante el empeoramiento de la realidad negro-africana, la Iglesia en ese sub-continente parece haber hecho una opción por la liberación. Parece que quiere entenderse definitivamente como una Iglesia liberadora. Es lo que aparece en la vida de sus comunidades de base, en las reflexiones de muchos de sus teólogos, y en las declaraciones del Magisterio.
En unas sociedades en donde lo que más atrae a la élite política es el poder y no los deberes y responsabilidades para con el pueblo, la Iglesia ha de encarnar la lucha por el respeto de los derechos humanos contra la injusticia; lucha por la educación contra un analfabetismo fuente de manipulación; etc. En una palabra, la Iglesia ha de erigirse en defensora de los débiles y pobres contra los poderes establecidos. Nos parece que esa opción de la Iglesia ha de ser clara y sin tapujos para evitar así el peligro de cooperar en la dominación de los más pobres.
Por lo tanto, decimos claramente que la Iglesia africana debe colocarse al lado de la mayoría excluida, explotada, reducida a la miseria, frente a una minoría dominadora, denunciando toda forma de violencia y de sometimiento a la miseria. Pensamos que frente a todas esas formas de agresiones políticas, socio-económicas y culturales de las que son víctimas las sociedades negro-africanas, no sólo de la mano de Occidente sino también y sobre todo por sus propios dirigentes, se impone una lectura liberadora de la Realidad de Jesús.
La solidaridad internacional Cuando se habla de la búsqueda de un mejor futuro para África Negra, se suele hablar únicamente de la solidaridad internacional: darle más dinero a África Negra para que salga adelante. Desde nuestro punto de vista, la solidaridad internacional es un factor importante para superar la crisis que vive el continente negro, pero no puede considerarse lógicamente como el único.
Pensamos que esta solidaridad internacional tiene dos vertientes: por un lado, tiene la vertiente de una solidaridad puntual y por otro lado, ha de ser una solidaridad estructural o a largo plazo.
- La solidaridad internacional puntual es la que hemos visto, y agradecemos en cuanto africanos, en los casos por ejemplo de Uganda o recientemente en Ruanda. Consiste en aliviar el dolor de una humanidad rota por la guerra, o por la sequía, o por una epidemia, o por cualquier hecho imprevisto.
- La solidaridad internacional estructural sería la que destina fondos incluso en tiempo de normalidadal desarrollo de los países pobres.
Hablando de esta segunda forma de solidaridad internacional, podemos recordar que hace unos 20 años, Naciones Unidas aprobó una moción en donde los países ricos se comprometían a dedicar el 1% de su PIB a la ayuda de los países pobres. Diez años más tarde, ante la evidencia de la incapacidad de cumplir su moción, Nación Unidas la volvió a rebajar en un 0,7% que nos sonar  mucho por las campañas realizadas en España a favor del 0,7. Este 0,7% sigue siendo en la actualidad la meta de la ayuda oficial que cada país rico destina al desarrollo de los países pobres. Hoy por hoy, sólo los países escandinavos dedican ese 0,7% o más (es el caso de Noruega y Suecia) al desarrollo. Holanda y Francia se acercan a esa cifra; mientras que los demás países de la Comunidad Europea sólo llegan a un promedio de 0,37%. Y España en concreto apenas alcanzó el en 1995 el 0,2%.
Sabemos que España atraviesa momentos difíciles de paro, de recortes y que no se puede pedir mucho. Pero sí podemos decir que de su mayor solidaridad depende que hoy mismo miles de seres humanos mueran o no de hambre.
Junto a esta ayuda oficial al desarrollo, existe una amplia gama de iniciativas de la sociedad civil para la ayuda al desarrollo. Es lo que llamamos con frecuencia las ONGs (Organizaciones No Gubernamentales). Algunas de ellas son: Caritas, Manos Unidas, Médicos sin Fronteras, Intermón, etc. Lamentamos profundamente no poder nombrar “aunque sea a título de mero reconocimiento” todas las ONGs que ciertamente alivian el dolor de muchos negro-africanos y negro-africanas. En cualquier caso, que quede manifestado nuestro agradecimiento a todas, ya que constituyen una base cada vez más amplia que viene a suplir las limitaciones de la Ayuda Oficial de desarrollo y también hacen un notable esfuerzo para que las ayudas concedidas no recaigan en manos de los dirigentes políticos africanos sino que lleguen a los que realmente las necesitan.
Para acabar con este tema de la solidaridad internacional, quisiéramos insistir sobre el hecho de que la lucha contra la pobreza y la miseria en el mundo es cosa de todos. El hambre, la miseria y la muerte de muchos pobres en general y de los negro-africanos y negro-africanas, debe provocar nuestra compasión. No cabe decir: “no es asunto mío” o “no puedo hacer nada”. Esta compasión debe abrirse a su vez a una acción comprometida. Aquí, las posibilidades son infinitas, cada cual según sus capacidades: víveres, medicamentos, vestidos, dinero, apoyo a las campañas y manifestaciones por la Solidaridad, etc.
LOS RETOS DE ÁFRICA NEGRA
Existe una gran cantidad de retos a los que África Negra ha de enfrentarse inevitablemente y sin más demora si quiere salir de la difícil situación que atraviesa. Presentamos dichos retos en torno a cuatro núcleos.
RETOS EN TORNO A UNA NUEVA COMPRENSIÓN DEL HOMBRE Y DE LA SOCIEDAD
En torno a una nueva comprensión del hombre y de la sociedad en África Negra, estos nos parecen ser algunos de los retos imprescindibles.
1. La autonomía personal
Por lo general, parece evidente que en África Negra ha dominado la heteronomía y no la autonomía que ha sido prácticamente inexistente. En la casi totalidad de las sociedades negro-africanas, la autonomía personal del sujeto ha sido como mermada por diversas realidades externas como son por ejemplo Dios, y sobre todo la sociedad. Como se ha podido escribir: “El sistema de la gran familia amplia tiene también sus fallos y lagunas; por su control continuo sobre la conducta de los individuos, la gran familia amplia tiende a sofocar toda espontaneidad y todo espíritu de iniciativa, y de este modo dificulta la personalización”.
Sin negar los posibles defectos de una autonomía exagerada, la necesidad de una suficiente autonomía personal es uno de los retos de la sociedad negro-africana actual si pretendemos que el negro-africano y la negro-africana sean mínimamente responsables.
2. La organización
Da la impresión de que el hombre y la mujer de la sociedad negro-africana no han asumido el hecho del orden y de la organización. Todo parece realizarse “tal como salga”, sin ninguna previsión, sin ninguna planificación. Este es otro aspecto en el cual tendremos que mejorar.
3. La noción de tiempo
Otro ámbito en que se espera un cambio de mentalidad en el hombre y mujer del mundo africano, está  en la vivencia del tiempo. Tenemos que aprovechar mejor el tiempo. En algún momento, he oído decir que el africano toma el tiempo de perder su tiempo. Es una mala broma que desgraciadamente puede verificarse entre muchísimos africanos.
4. La concepción del mundo.
En África Negra, nos encontramos todavía con una amplia mentalidad sacralizadora del universo. El mundo está  lleno de divinidades, de espíritus de antepasados, fantasmas, etc. Esta fuerte presencia de lo sagrado en el africano no le permite realizar una amplia transformación y dominación de la naturaleza. Es otro reto importante en el mundo negro-africano actual.
 RETOS EN TORNO A LA REALIDAD POLÍTICA
En África Negra, las situaciones de dominación política nos son bien conocidas.
Como breve recordatorio, podemos decir que nos encontramos todavía con un sistema totalitario, un monopartidismo disimulado, un sistema policíaco que engendra miedo imponiendo el silencio de los cementerios. Nos encontramos por lo tanto con una explosión incontrolada del poder político que niega los derechos civiles e individuales. En ese sentido, lo normal en África Negra es combatir, por ejemplo, la libertad de expresión, la libertad de movimiento, la libertad de asociación, etc.
Este monopolio del poder político tiene en su base un sustrato cultural tradicional sacralizador de la autoridad. La autoridad aparece como algo sagrado. El detentor del político explota dicho transfunda cultural haciéndose pasar por un dios en su reino.
En la lucha por el poder o por la permanencia en el poder, todo parece ser válido: golpes de estado, falsedad de las elecciones, encarcelamiento e incluso muerte a los oponentes políticos.
En todo este mundo, el gran ausente es la Ley. El ciudadano no está  protegido por la ley sino por las relaciones personales. Con bastante frecuencia, el autor de un delito no es castigado, por los apoyos de los que disfruta. La violación de los derechos de los pobres y de los débiles entregados a las actuaciones sin escrúpulos de los funcionarios, de las fuerzas del orden, de los políticos e incluso de la misma judicatura está  a la orden del día. La realidad llega a su crueldad más extrema cuando nos encontramos con ciudadanos asesinados ante el silencio impotente o más bien cómplice de aquellos a quienes el pueblo confió la protección y la defensa de su destino, bienes y vida. Nos encontramos así con una impunidad que provoca escándalo y desconfianza en la legalidad establecida.
Al menos dos retos nos parecen insoslayables:
1. A nivel subjetivo, tanto para los ciudadanos en general como para la clase política en particular, hace falta una comprensión más humanizadora de la vida política, que tenga como preocupación fundamental la defensa de la dignidad humana mediante el respeto de los derechos de los sujetos, sobre todo de los más indefensos.
2. A nivel objetivo, hace falta: Primero, establecer un sistema político concreto que acabe con la deshumanización de un poder político incontrolado. Hasta el momento, el mejor sistema que la humanidad ha podido encontrar como freno al despotismo político es el democrático que implica: pluralismo político, participación política, independencia del poder judicial, etc.
Segundo, una educación política de las poblaciones. Enseñar a los africanos y africanas cuáles son sus derechos, libertades y deberes. Superar definitivamente aquello que nos hacían cantar hace años con mucho entusiasmo: “Pagar los impuestos e ir a votar al partido único son los únicos deberes del ciudadano de un país independiente.”
 RETOS EN TORNO A LA REALIDAD ECONÓMICA
1. Algunas causas de esta desesperada situación
1. Una mala gestión de las riquezas nacionales: por lo general, la administración de los bienes públicos ha sido realizada con gran ligereza. Se puede decir que la gran constante de dicha administración ha sido el despilfarro.
2. Un culto a las riquezas: el interés individual y peor aún, la acumulación indefinida e insolidaria de los bienes materiales, ha sido también una constante de la realidad económica negro-africana. En esa carrera hacia la mayor acumulación, todo vale: corrupción, el robo de los fondos públicos, la prevaricación, la exportación ilícita de divisas, etc.
3. Una insolidaridad generalizada tanto para los que ganan honestamente sus bienes como por supuesto para aquellos que recurren a métodos deshonestos. En el mismo corazón de África Negra, mientras que todos presumen de la solidaridad tradicional, constatamos con tristeza que los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres.
4. El parasitismo es también una lacra que mina la realidad económica negro-africana. Son muchos los que se dedican a una vida ociosa, viviendo de sus parientes que han alcanzado mayor bienestar económico sea por méritos propios sea por métodos deshonestos.
5. La falta de interés por crear una progresiva economía nacional que aumente las riquezas nacionales y limite así la gran dependencia del exterior.
2. Retos a afrontar
Ante este panorama, creemos que varios son los retos que ha de afrontar África Negra. Apuntamos por ejemplo:
1. Un rearme moral que implica responsabilidad en la gestión de los bienes públicos; prioridad del Bien Común; honestidad en las ganancias y la consiguiente condena de todo lo que es robo, corrupción, prevaricación.
2. Una prioridad por la seguridad alimentaria de las poblaciones. Lo que implica:
a) Fomento del cultivo de los productos agrícolas y ganaderos destinados a la consumición de las poblaciones.
b) Establecimiento de técnicas de conservación y transformación de las cosechas.
c) Finalmente, destinar fondos para la lucha contra el hambre.
3. Asegurar la salud de las poblaciones. Eso implica al menos: a) Facilitar el acceso a la sanidad creando, no esos grandiosos hospitales innecesarios en África, sino dispensarios eficaces que puedan atender a las necesidades primarias de las poblaciones. b) Multiplicar campañas de lucha contra las enfermedades contagiosas y las debidas a la insalubridad.
4. Un esfuerzo por la creación de viviendas sanas facilitando, por ejemplo, el acceso a la luz y agua potable; fomentado un mejor uso de materiales de construcción locales, haciendo una planificación urbana para evitar una construcción desordenada.
5. Fomentar el empleo a través de la creación de pequeñas y medianas empresas de transformación de los productos básicos para el consumo de las sociedades negro-africanas.
6. Desarrollar las comunicaciones en los países negro-africanos y entre los países negro-africanos para hacer de África un gran mercado.
7. Hay que afirmar insistentemente la necesidad de fomentar la educación en general y en concreto la adquisición progresiva de técnicas y tecnologías capaces de lanzar la productividad en África Negra. África y técnica que tanto riman en el plan del sonido, parecen haberse convertido en algo imposible de compaginar en el plan de la realidad.

PROPUESTAS SOLIDARIAS
Algunas actitudes entre muchas
El ahorro solidario que rechaza los gastos superfluos y se convierte en colaboración económica.
Fomentar el comercio justo . No comprar objetos fruto del “comercio injusto” como es el caso de las manufacturas de madera noble africana. Boicotear chocolates que no contengan los mínimos de cacao porque ha sido sustituido por productos alternativos, etc. Aprovechar, cuando haya que hacer un regalo, para comprar manufacturas hechas por cooperativas africanas o importadas por comercios que ofrecen garantías de comercio justo.
Fomentar actitudes antirracistas, denunciando cualquier muestra de racismo. Evitar en nuestras conversaciones expresiones despectivas: esto es propio de un país tercermundista, trabajar como un negro, etc.
Participar en actos, conferencias, exposiciones… manifestaciones referentes al mundo negro (se hacen más de las que parece).
3. Apoyo social, político y económico
Cuestionar al gobierno de mí país, autonomía, a mi partido… para que se haga realidad el 0,7%. (¿Como signo profético, empezar yo mismo a dar el 0,7% de mis ingresos?). A parte del interés que pueda tener cada partido por el tema, si la opinión pública pide el 0,7%, los partidos lo incluir n en su programa electoral.
Colaboración con las ONGs que trabajan por África tanto a nivel social como económico y que además hacen presión política sobre los gobiernos occidentales. Nuestra colaboración puede ser una ayuda económica, la participación en sus campañas, el trabajo temporal voluntario, etc.
4. Redes de integración de africanos
Para ayudar a la integración de los africanos han surgido muchos organismos que intentan ofrecer diferentes servicios. Los encontramos en muchas ciudades. Nuestra colaboración puede ser la ayuda económica, la atención profesional (médica, jurídica, etc.), la enseñanza del idioma y culturas de nuestro país, servicio de alimentación, ropero…
 5. Una nueva educación
Quizás no podemos incorporarnos a las actividades de las organizaciones que hemos citado. Pero seguramente la mejor contribución a este cambio de situación radica en la educación de nuestros hijos, educación para la solidaridad y la tolerancia. También podemos crear en nuestro entorno un clima de simpatía y proximidad hacia el África Negra y hacia el africano que convive entre nosotros.
África en la Actualidad
La extrema pobreza que experimentan varios países africanos está llevando al resurgimiento de una práctica que afanosamente la Sociedad de Naciones primero, y la ONU después, trataron de abolir en el siglo XX: la esclavitud. Pero si durante el auge del tráfico de esclavos, practicado por reinos africanos y potencias europeas desde el siglo XVI hasta el XIX, la “mercancía” más codiciada fuera del continente eran los varones adultos, hoy en día, aunque se encuentran esclavos adultos -por ejemplo malienses en las plantaciones de cacao de Costa de Marfil- son los niños los más codiciados para trabajos comerciales y explotación sexual en África Occidental (conocida como la “costa de la esclavitud” por los europeos en el siglo XVII).
  Hasta hace poco, el fenómeno era mayormente percibido como exclusivo de sociedades como las de Angola, Sudán, Somalia o Chad -donde incluso niñas de 10 años eran siervas y concubinas en bases militares rebeldes-. Pero ahora, incluso en las regiones relativamente pacíficas, el tráfico está creciendo. Si bien de forma oficial sus gobiernos se oponen al tráfico, los países en que se da en mayor empuje son Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Nigeria y Togo.
En África Occidental, tradicionalmente, la responsabilidad de educar a los niños se le ha dado al sistema de “familia extendida”, que es expresión de la solidaridad comunitaria. Pero la creciente necesidad por trabajo remunerado está erosionando los valores tradicionales de comunidades que alguna vez pusiera límites al abuso de niños.
Pululan los intermediarios, entre los vecinos Benín o Togo, que buscan niños entre las familias rurales pobres de esos países, por ejemplo, que realizan “operaciones transfronterizas”. En algunos casos, les basta apostarse fuera de las casas y secuestrarlos; a veces, se proveen de niños que ingresaron a las áreas urbanas en busca de sustento. Pero muchas otras veces sólo necesitan persuadir a los padres diciendo que los niños recibirán adiestramiento en alguna profesión o buena educación si trabajan para una familia acaudalada. Adicionalmente, suelen agregar a su sistema persuasivo una mínima cantidad de dinero en efectivo (que suele no superar los 15 dólares y casi nunca supera los 30). Una vez arrebatados de su hogar, en su nuevo destino, los niños no reciben paga ninguna. Quedan encadenados (algunos literalmente, como el de la foto) a los traficantes o a quienes los hayan comprado.
Los traficantes, que deben hacerse cargo de los gastos -incluyendo alimentos para los niños durante el viaje y sobornos para asegurarse la colaboración de guardias fronterizos- recuperan su inversión explotando el trabajo de los nuevos esclavos que, para pagar la “deuda” en su país de adopción, suelen trabajar desde la mañana a la noche.

Bebiendo su propia sangre
Las niñas de Benín y Togo son muy codiciadas por familias pudientes de Lagos, en Nigeria, o Libreville, en Gabón. Pero muchos viajan mucho más lejos, como a Bangui, en la República Centroafricana, que es un país muy pobre, o a Camerún.
Otro de los grandes proveedores de niños esclavos es Mali, donde son tomados también de las áreas rurales pobres y van a trabajar en plantaciones. El director del Fondo Salven a los Niños de Mali, Salia Kante, declaró que “aquellos que beben cocoa o café están bebiendo su sangre. Es la sangre de niños que no llegan a los 10 años”
La caída del precio del café y del chocolate en la última década, y la desregulación del mercado ha dejado con las manos vacías a los campesinos que tradicionalmente los cosechaban en África Occidental, lo que ha estimulado la nueva mano de obra esclava (ya los patrones ni siquiera pagaban un salario a los adultos). Las grandes multinacionales en nada han contribuido a detener el mercadeo de niños esclavos.
Esclavos nuevos, tradición antiquísima
Según investigaciones, más de 30 niños cruzan la frontera entre Benín y Nigeria cada dos meses. De ellos, el 95% son niñas, la mitad menores de 15 años. El 45% de ellas nunca asistió a una escuela. En Lagos y en Abidjan (en Costa de Marfil) se han desarrollado prósperos mercados de niños esclavos, que ocasionalmente han llevado su mercancía hasta Europa, con el pretexto de que los niños van a participar en torneos deportivos o, en un caso, de que irían a una audiencia pública en el Vaticano, con el mismo Papa.
En estas sociedades del oeste de África (por ejemplo en Benín, varones de mediana edad todavía proveen de dinero para matrículas de educación, libros o vestimenta a cambio de ayuda doméstica) las prácticas comunitarias parecen haber cedido lugar a otra no menos antigua, ya que hoy, como lo hicieran desde el siglo XV al XIX, los barcos de esclavos suelen anclar en Cotonou, Benín. Los africanos siguen cazando africanos para venderlos. En aquellos siglos los niños y mujeres no eran enviados en barcos transoceánicos sino que permanecían en el mercado “interno”. Aunque en la actualidad existe una demanda global de materia prima producida por esclavos adultos, ellos no son objeto de una demanda evidente; los niños han ocupado su lugar en el mercado africana. 
Cultura Africana:
La historia de África -en muchos textos- comienza desde la época de la esclavitud. La vida y culturas antiguas son contadas en libros escritos por blancos. Incluso en la mayoría de países de África en la actualidad son pocos los negros que reconocen su cultura, con una carencia por el estudio de lo ancestral. Según el historiador africano Runoko Rashidi “Lo que uno es depende de lo que uno hace por uno mismo, y lo que uno hace por uno mismo depende de lo que se sabe de uno mismo” . El aporte de la cultura africana para la humanidad es de gran magnitud y relevancia. Varias investigaciones realizadas con ayuda de la tecnología han determinado que los primeros habitantes del mundo poblaron y salieron de África, precisamente en los alrededores del Lago Victoria y desde este continente empezaron a regarse por todo el mundo.
Estudios recientes basados en la semejanza de objetos encontrados en el continente americano con características físicas únicamente de africanos, suponen que culturas negras estuvieron en América mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón. De igual forma; en países como Irak, la Península Arábiga, China, Grecia y Roma, los negros estuvieron presentes antes de la esclavitud
La globalización y los infortunios del África subsahariana
Cuando los europeos comenzaron a internarse en busca de los centros productores de oro y marfil, a partir del siglo XIII, en el África subsahariana, redescubrieron la práctica de la esclavitud, que estaba entonces en desuso en la Europa Católica. Esta práctica, expandida en el África subsahariana desde tiempos pre-islámicos, había experimentado un incremento con el arribo del Islam, al punto de que en el mundo islámico se traficaron, entre los años 865 y 1905 d.C., unos 18 millones de africanos negros. A partir de este “redescubrimiento”, en la segunda mitad del siglo XV, los portugueses comenzaron a comerciar esclavos a través de la costa occidental del continente (llevando primero esclavos blancos y luego bereberes hacia el reino de Ghana).
Pero la institución de la esclavitud alcanzó un cambio de magnitud y de calidad que sería definitivo para toda el África subsahariana a partir de la primera globalización. En efecto, a partir de la conquista del territorio al que se denominó América y la consecuente circunnavegación del planeta, sucedió que el “África negra” se vio afectada por necesidades de puntos del planeta muy distantes de sí. La conquista de América, en primer término, cambió el estatus de la esclavitud, ya que los europeos consideraban que los nativos de aquel continente no eran “humanos en el sentido pleno”. Al comenzar a requerir España, a inicios del siglo XVI, de esclavos africanos para sustituir la mano de obra amerindia en su colonias, la “denegación de la humanidad” fue transferida, de los amerindios, a los esclavos, que desde esa fecha y, hasta 1867, fueron embarcados hacia el Nuevo Mundo en una cifra cercana a los 10 millones.
Pedacitos de continente
El desprecio de los europeos hacia “los salvajes africanos” llevó a que éstos casi no se internaran en el interior del continente hasta mediados del siglo XIX, cuando el tráfico de esclavos ya había disminuido notablemente y las potencias europeas, necesitadas de minerales y materias primas para alimentar su revolución industrial, se fueron repartiendo el continente hasta que, en 1884, la Conferencia de Berlín dividiera África en 48 nuevos estados. Para crear este puzzle no se respetaron las culturas nativas, ni las realidades geopolíticas; pueblos enteros fueron divididos y otros, heterogéneos entre sí y a menudo enemigos ancestrales, fueron juntados, a fin de cumplir con las necesidades del nuevo tiempo histórico europeo.
El caos y desolación en el que ha venido experimentando el África subsahariana a partir de la “descolonización” iniciada luego de la Segunda Guerra Mundial es sin duda producto de aquella repartición irresponsable, pero también de una irresponsabilidad aún mayor: pretender que sociedades de pastores y cazadores puedan adecuarse a las necesidades dictadas por las culturas europeas, insertándose en la última globalización, esa que ya no necesita de colonias sino que alienta instituciones que favorezcan el desarrollo del cada vez más avasallante capitalismo.
Estados nacionesLos primeros estados-nación de la modernidad fueron los americanos, que alcanzaron esa condición a costa del constante genocidio, por parte de sus pobladores criollos (es decir, de origen europeo), de las poblaciones nativas que no se adaptaban a las exigencias del capitalismo. Incluso entre las élites criollas, este proceso exigió, tanto en la América “sajona” como en la “latina” constantes guerras intestinas y supranacionales.
De los países del África subsahariana se ha exigido el milagro de que completen en un período brevísimo la tarea imposible de conformarse en estados-nación. Carentes de una élite “europea”, como sí ocurriera en América, se han visto en la obligación de conformar estados a partir de sociedades heterogéneas, y de asumir las exigencias de un mundo interconectado que les reclama la conducta de ciudadanos modernos y “globalizados”. Paradójicamente, les toca funcionar en un tiempo histórico que, a nivel global, abomina del genocidio y es así que, en los últimos años, hemos asistido a manifestaciones de horror por parte de países como Estados Unidos, que edificó su riqueza territorial y material a partir del exterminio sistemático de sus nativos, y de países europeos que hicieron su bienestar a partir de la explotación de esclavos y riquezas naturales de África.
Se puede observar así que, más allá del despojo y explotación que Occidente infligiera al África subsahariana durante siglos, cuyo emblema más notorio ha sido el tráfico de esclavos -que no era novedad para el continente-, el mayor mal que le ha causado ha sido uno que parece no tener remedio: haber insertado a culturas de pastores, recolectores y cazadores, de buenas a primeras, en el tiempo histórico, cada vez más exigente, de Occidente.
Etnias Africanas en la esclavitud.
Por documentaciones varias se tiene el conocimiento de la llegada de esclavos a Santo Domingo, procedente de distintos orígenes étnicos del África. Unos de ellos es el inventario de los bienes del ingenio del Hernando Gorjón, que fue realizado el 17 de diciembre de 1547.
En este documentos aparecen los nombres y apellidos de varios esclavos pertenecientes al ingenio. Otros papeles, relativos a las devastaciones de Osorio en 1505 y 1506, contienen nombres d e esclavos rebeldes que tropas del gobernador lograron reducir o matar
Era muy frecuente, que los traídos del continente africano fueran rebautizados con nombres de su amo y el apellido que correspondía al gentilicio de sus respectivas tribus, sin embargo hay que señalar que muchas veces ese gentilicio no correspondía exactamente al pueblo de las personas traídas desde ese continente, sino la zona o el lugar por donde era embarcado.
Un ejemplo de ellos llamado minas, quines no eran de esa etnia, sino recibieron ese apelativo por el nombre del Fuerte el Mina establecido por los portugueses.
La relación de los gentilicios africanos conocidos hasta el momento en Santo Domingo, abarcan entre otros los nombres de. Angola, Arará, Bámbara, o Bambara, Biafra, Bran, Calabar, Carabalí, Congo, Fala, Locumí, Mandinga, Matamba, Mina, Tierranova, Zafres.
La localización geográfica y la posible ascendencia de algunos de estos gentilicios. Angola.- con este gentilicio pasaron a Santo Domingo, numerosos esclavos de las seis provincias que dividían el territorio de Nadongo. Angola, es el nombre dado por los portugueses a parte del Imperios Congolés.
Arará.- estos debieron ser muy numerosos en la colonia española, los Ararás pertenecían a la tribu ew—fon de Dahomey, y eran tomados generalmente enWhydah. El nombre de arará procede a su vez de Allada, capital del reino de Andrá
Los Ararás llegados a Santo Domingo, eran muy conocidos por haber constituidos cofradías religiosas integradas exclusivamente por ellos, como la llamada de San Cosme y San Damián. También suministraron grandes cantidades de esclavos a la colonia francesa de Santo Domingo.
Bamnara. Integraban un grupo étnico muy característico que, a principios del siglo XVII, constituyó dos reinos a orillas del río Níger, el de Segú y el de Kaarta. Al parecer, el origen de los bambara hay que establecerlo a partir de la desmembración del Imperio Mandinga. Según las crónicas de la época eran, agricultores y animistas
Biafara. Los documentos coloniales dominicanos nombran a este pueblo con ortografía variada. Biafra, Biafara, Biafada, y Braffata. Sin embargo conviene establecer una distinción entre biafara y biafra. Que son tribus diferentes una guineana y la otra bantú. Los primeros son negros del reino del Biguda, en la rivera sur del viejo Río Grande. Los Biafra pertenecen a una tribu bantú que los especialistas no han logrado identificar todavía
Bran. Los esclavos de esta nación debieron entrar en número considerable a esta isla. Eran embarcados en la factoría de San Jorge de Mina. El verdadero nombre de estos es Brong. Vinieron de los alrededores de la mencionada posesión lusitana de la Costa de Oro,
Calabar. Pertenecían a la región de Calabar o Carabales, entre el delta del río Níger y el río del Rey. Todos los esclavos de esa zona, densamente poblada, entraron a Santo Domingo y al resto de América con el nombre de carabalíes. Tenían fama de amables y pacíficos
Los Negros Congos
Congo. Con este gentilicio se engloban a todos los habitantes de las orillas del río Zaire, descubierto en 1482 por el portugués Diego Cao. El monarca de esta región recibía el titulo de Macicongo, y con ese nombre pasaron a Santo Domingo numerosos esclavos. Del reino del Congo, formados por moradores de la étnia Bantús, que comprendía diversos pueblos, parte de cuyos moradores fueron también conocidos en la colonia de Santo Domingo por sus respectivos gentilicios.
La cultura conga se transculturó fuertemente en la colonia y varios de sus rasgos pasaron a integrarse a la cultura dominicana de hoy
Fala. Se trata sin la menor duda de los fula. Grupo originalmente localizado en la estepa arenosa del Futa Toro, en el Senegal Central. Es un pueblo mestizado de mandinga y serere. A los fula se le conocía también con el nombre de peules y con el pasaron a la actual Haití. Tenían rasgos caucasoides, y por eso sus vecinos africanos los denominaban blancos. De religión mahometana, muchos de ellos hablaban y escribían el árabe.
Lucumi. Este nombre es una variante de locumi, apelativo dados a los yorubas, quines pasaron a América con distintos nombres. En Haití y Brasil se conocían como nagos, mientras que en Cuba y Santo Domingo se les llamaba lucumis.
Los lucumis o yorubas constituyeron el grueso de la esclavitud en Cuba y Brasil y por eso los remanentes culturales africanos vigentes en esos dos países están llenos de rasgos procedentes de esa nación africana
Mandinga. Los mandingas formaban parte del grupo mandé y establecieron un reino que surgió de los valles del Senegal y el Níger, sería posteriormente adsorbido por los solinke. Abundaron mucho en América y en algunos lugares, como México y Venezuela, su gentilicio ha quedado como sinónimo del diablo y brujo. El antropólogo brasileño Arthur Ramos, dice de ellos que eran índole, guerrera y cruel
Mina. Las diversas tribus que se extendían entre los ríos Bandana y Volta aportaron numerosos esclavos a América. Esa región comprendía en parte la llamada Costa de Oro, repartida en diversos reinos. El centro esclavista más importantes de esa costa fue la fortaleza-factoría de San Jorge de Mina, y por eso la mayor parte de los habitantes capturados por los portugueses en esa zona entraron a América con el apelativo común de minas. Los minas. Eran todos ellos esclavos fugitivos de la colonia francesa, que al llegar a territorio español recibieron su libertad
Tierranova. Con este nombre pasaron a América esclavos probablemente secados de Porto Novo, en las cercanías de Whydah. Larrazábal recuerda que Sandoval cita a los lucamis o terranovos como negros que pasaban en la traba por la isla de Santo Tome.
Zape. Tribu de Sierra Leona, cuyo territorio solía incluirse, en época de la trata, en la región de la Alta Guinea. Los zapes debieron venir en gran numero a Santo Domingo en el siglo XVI a pesar de que la zona de Sierra Leona no aporto grandes contingentes de esclavos a América
Si se toman los gentilicios señalados, podemos distribuir la mayoría de las tribus llegadas a Santo Domingo en tres grandes áreas culturales africanas.
A) el área del congo, bantú, de economía agrícola, aldeas de casas rectangulares, paredes de barro y techos de paja, organización sociopolítica muy compleja y de base familiar matriarcal.
B) Área guineana, de lengua sudanesa, muy desarrollada culturalmente, de religión compleja, ( vodús, orichas) y prácticas mágicas y adivinatorias asociadas a sus cultos
C) Área sudanesa occidental, de carácter marginal, de grandes reinos e imperios y con pueblos predominantemente pastores y agricultores muy influidos por rasgos y complejos culturales musulmanes
colonización interminable
A lo largo del siglo XX el mundo celebraba las independencias logradas por nacientes y empobrecidas repúblicas africanas. Imposible olvidar a Ben Bela o Lumumba, la batalla de Argel, la lucha de Angola y tantos otros episodios y personajes que fueron rompiendo las pesadas lozas de la esclavitud y el saqueo. Pero las descolonizaciones, ¡si lo sabremos los latinoamericanos!, implican todo un proceso, con obstáculos nuevos y viejos, con contradicciones y rutas accidentadas; un proceso de deconstrucción de la colonialidad en todas sus dimensiones, con sus resistencias y hegemonías, y de construcción y reconstrucción de otras socialidades, que se nutren de la tradición por un lado, que han ido siendo inventadas en los largos años de luchas emancipatorias por otro, y que, en ocasiones, incluso reproducen de algún modo las relaciones de poder y las concepciones del mundo de la colonialidad.
En este sinuoso proceso África parece iniciar el siglo XXI en una especie de colonialidad soft, una colonialidad informal que, guardando las diversidades, permite mantener economías colonizadas y mentalidades colonizadas en países formalmente constituídos e independientes. Después del arrasamiento colonial, los procesos de reconstrucción social todavía incipientes se ven confrontados con las nuevas agresiones de la avidez capitalista que fomenta relaciones políticas de complicidad mediante la imposición de gobernantes corruptos y sátrapas, mientras las grandes empresas transnacionales (ETN) succionan las riquezas naturales. Es todo un nuevo engranaje propiciatorio del despojo y la desposesión infinita de pueblos enteros, que se combina con la ocurrencia de guerras, a veces inexplicables localmente, como no sea por las lógicas geopolíticas más generales.
Si los conquistadores de América lograron mantener durante tres siglos las colonias fue porque se empeñaron en borrar las cosmovisiones de las culturas nativas imponiendo la suya propia. Las quemas de libros, las ciudades sepultadas bajo enormes catedrales, la evangelización, incluso la bondad de alfabetizadores que enseñaban la lengua castellana fueron los pilares de asentamiento y justificación de la usurpación. Que hoy la resistencia clame por construir un futuro recuperando tradiciones indica la larga duración de los procesos de transformación de mentalidades y la dificultad de concebir desde el otro.
Los procesos de universalización de concepciones del mundo se confrontan con la realidad de la dominación. Las concepciones del mundo de los dominadores casi nunca corresponden a la percepción ni al interés de los dominados que convierten sus propias concepciones en espacios de resistencia desde donde se movilizan y luchan a través de lenguajes particulares (como la danza, el canto, el teatro, la corporalidad y nuevas formas de hacer política y construir socialidad) dentro de la espesa jungla del pensamiento dominante y dominador.
No obstante, la infinita variedad de concepciones que inunda una realidad barroca y abigarrada hace que estos discursos transiten por caminos formales pero también por veredas, muchas veces ambiguas o confusas. En el amplio reino de la sociedad civil se expresa así, abierta o enmascarada, una batalla por el pensamiento y la construcción de imaginarios y discursos que termina definiendo los matices de la dominación-emancipación.
La colonialidad soft que se impone después de los procesos de independencia formal de África –y que todavía prevalece- aparece muy claramente en una sociedad civil penetrada por asociaciones, civiles o religiosas, que practican la asistencia cultural a pueblos que lo que piden es libertad de ser y de sobrevivir de acuerdo con sus propias costumbres y criterios.
A las llamadas eufemísticamente “fuerzas del mercado”, que imponen la ley de la geopolítica global y de las grandes transnacionales, se agrega, encaminada por ONGs y asociaciones religiosas varias, la conciencia del buen salvaje que sabe aguardar, pedir y resignarse a que le den, en vez de luchar por lo suyo.
La importancia geopolítica de África
En un continente que no esconde sus riquezas, pero tampoco sus miserias, las luchas sociales de los africanos contra las colonialidades de cualquier tipo se enfrentan no sólo a los poderes locales sino, principalmente a las fuerzas de la geopolítica mundial.
El continente africano alberga el 81 % de las reservas de cromo y el 53 % de las de cobalto, dos metales usados para la producción de maquinaria en general pero, muy especialmente, para producir las superaleaciones con cualidades de resistencia a altas temperaturas y velocidades, a la corrosión y abrasión y con características magnéticas que los hacen muy apreciados para actividades estratégicas como la aeroespacial, la militar y otras; contiene también el 52 % de las reservas de manganeso, elemento indispensable para la reproducción del soporte industrial mundial y el 13 % de las de titanio, particularmente apreciado por su ligereza. La República Democrática del Congo y Sudáfrica, y en el caso de la bauxita Guinea, son los países con las mayores concentraciones de metales estratégicos de África, y en algunos casos del mundo, pero en muchas partes del territorio africano se encuentran yacimientos un poco más pequeños con algunos de estos metales.
Otros minerales valiosos que África proporciona al mundo son los diamantes y el oro, que además de sus usos ornamentales, como en el caso del oro, son utilizados también para la construcción de herramientas industriales de alta precisión.
Simultáneamente África cuenta con reservas de agua dulce variadas, tanto subterráneas como en superficie, que en conjunto son, junto con las de América, las mayores del mundo. Es decir, en gran medida, entre estos dos continentes se define el futuro de la vida en la Tierra, sobre todo ahora que el calentamiento del planeta está derritiendo los cascos polares.
Las dos reservas acuíferas subterráneas más grandes con que cuenta la humanidad son el Sistema Acuífero Nubio, debajo del Desierto de Nubia en la cuenca del Nilo, ocupando parte del subsuelo de Sudán, Egipto, Libia y Tchad y el Sistema Acuífero del Sahara, en el subsuelo de Argelia, Libia y Túnez. La tercera, conocida como Sistema Acuífero Guaraní, está en América, en la disputada zona de la Triple Frontera, donde se juntan Paraguay, Brasil, Argentina, bajando hasta Uruguay.
En una masa continental de las dimensiones de la africana, y con condiciones geológicas y ecológicas que le permiten alojar valiosos yacimientos naturales de lo que la sociedad industrial ha ido convirtiendo en recursos estratégicos, la disputa por este territorio se revitaliza. La batalla por la hegemonía absoluta, de “espectro completo”, que ha emprendido Estados Unidos, lo conduce, y también a las otras potencias, a buscar la apropiación exhaustiva de recursos como el agua, los yacimientos genéticos, petrolíferos, gasíferos y minerales, y todos aquéllos que contribuyan a garantizar (o bloquear) la reproducción global y cuyo monopolio se constituya en una fuente de poder.
En ese sentido, la distribución particular de los bienes de la naturaleza dentro de este gran continente marca la importancia geopolítica de sus regiones. Países como Uganda, Kenia y Tanzania, con jurisdicción sobre el Lago Victoria, son uno de los puntos de atracción, porque, además, son un eslabón entre aguas profundas y superficiales y entre el centro y el cuerno de África.
La cuenca del río Congo, por donde los primeros conquistadores iniciaron su penetración al continente, es abundante en agua y biodiversidad. Sus abundantes riquezas en medio de una topografía agreste determinaron que su conquista fuera emprendida en sucesivas expediciones con fin trágico hasta llegar a su consumación. Pero si en aquella época los negocios consistían en atrapar a los hombres y mujeres libres de ese continente para convertirlos en esclavos, hoy lo que se disputa son justamente las fuerzas de la naturaleza que en otra época dificultaban la apropiación de las fuerzas humanas.
Adicionalmente al oro propiamente dicho, a los diamantes –aportados en abundancia por Sudáfrica- y metales estratégicos, al oro verde y oro azul que alberga el continente africano, sus yacimientos fósiles aportan una provisión de oro negro que se suma a la producida por América para hacer frente a la crisis del Medio Oriente y para no dejar ninguna reserva fuera de control. A Libia se ha sumado Nigeria y la región del golfo de Guinea, pero en muchos otros países, entre ellos Sudán y Kenia, se realizan exploraciones con la esperanza de hallar yacimientos abundantes. Las reservas probadas de petróleo en África ascienden a 114.300 millones de barriles, según datos del 2005, pero seguramente los trabajos de exploración que se realizan por todos lados determinarán un crecimiento de esta cifra en los años venideros.
 El cromo, el manganeso y el cobalto han sido señalados por la Office of Technology Assesment del Congreso de Estados Unidos, junto con los minerales del grupo del platino, como los metales de primer nivel de prioridad o estratégicos para el mantenimiento de la posición hegemónica de ese país. En esa medida su disponibilidad y control se convierten en parte de los intereses definidos como “vitales” de Estados Unidos. El dato es de un informe presentado en 1985. Desde entonces no se hace una evaluación similar con respecto a los minerales y, más bien, se señala como importante una gama un poco más amplia que contiene todos los básicos.
Los efectos de la esclavitud en África
Las efectos para África de este tráfico de esclavos fueron nefastos. No sólo por los millones de pérdida demográfica que supuso para este Continente. Se habla de doce millones, exclusivamente, de la llamada trata atlántica, más los aproximadamente cincuenta millones llevados a América. Sin contar los que fueron llevados a La India, Irán y Arabia.
Enumerando las consecuencias más inmediatas, quizás la más visible fuera la del reajuste territorial que, obligó a miles de pequeños grupos tribales a huir a otras zonas y así ser absorbidos por grupos más grandes y poderosos. Por esto mismo, la costa africana sufrió una bajada de densidad demográfica y amplias zonas ricas y provechosas dejaron de ser trabajadas, con las consiguientes pérdidas ganaderas, agrícolas y pesqueras que esto suponía.
Amen de la necesidad de defenderse que, obligó a la dependencia de las armas de fuego y a las continuas sublevaciones que sufrirían unos y otros por el poder de estos nuevos y amplios grupos que se iban creando.
Las armas que los africanos necesitaban las intercambiaban por esclavos de su propio pueblo. Pura paradoja.
Otra de las consecuencias fue el negativo crecimiento vegetativo de la población africana. La mayoría de los esclavos eran jóvenes, tanto en edad de procrear como en edad de trabajar. Así que la economía, tanto por la falta de mano de obra como por la falta de nacimientos durante una época, se desestabilizó.
Pero el conjunto de consecuencias que supuso el tráfico de esclavos a otros continentes, repercutió no sólo en ese presente africano sino que conllevó a una falta de recursos económicos, sociales, políticos y demográficos que culminó en una deficiente oposición contra las posteriores ocupaciones coloniales que África iría sufriendo.
El futuro de África había sido condenado.

Efectos psicológicos

El reflejo de lo anteriormente citado, repercutirá no sólo en la malherida historia de África sino en una memoria psicológica que resonará como un eco en muchos de los planteamientos presentes que tiene África de si misma.
Si a esto se le añade la trayectoria tiránica que la brutalidad crea, se obtiene una desorganizaciónpolítica, económica y social que sigue maltratando a este continente.

Historia actual

Desgraciadamente no sólo el legado histórico ha dejado secuelas, también el comportamiento pasivo actual de los Países que se llaman “civilizados” aportan inestabilidad a este gran continente, con una maravillosa y mágica cultura que tiene su origen en el propio principio del Ser Humano.
Allí empezó todo. Desde allí salió a explorar el primer Hombre, poblando el resto del Mundo. Desde allí también fueron arrancados millones de Seres Humanos en un éxodo involuntario y cruel que contribuyó a la mejora de otros Continentes.
Hoy en día desde África siguen llegando millones de personas en una migración moderna que deriva de la propia pobreza que, el mundo al que ahora se encaminan en una huida con infinitos riesgos, ayudó a crear.
La esclavitud, en cierto modo no ha quedado abolida. Los planteamientos modernos siguen tratando a este gran Continente como lo que nunca debió ser. Tercermundista. Sin África esta moderna sociedad actual no existiría. Se le debe algo más que una explicación, se le debe una oportunidad para volver a ser Ella misma.
Quizás un buen principio sería recibir a estos descendientes de aquellos esclavos con los brazos abiertos. Darles la oportunidad de trabajar en estas tierras para que con el beneficio de su trabajo consigan ayudar a sobrevivir a sus familias y así empezar a recuperar la riqueza africana perdida por aquellas funestas consecuencias de la esclavitud.
DEMOGRAFIA
Las estimaciones sobre la población no son precisas debido a lo obsoleto de gran número de censos nacionales. Se calcula sin embargo que viven en África no menos de 800 millones de personas.
En África predomina la raza negra, cerca de un 80% del total de la población, a excepción de la franja costera mediterránea donde son mayoritarios, aunque no exclusivos, tipos humanos arabo-bereberes y caucasoides-mediterráneos. Entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer la población es casi en su totalidad negra, que suele ser sub-dividida en cuatro grupos principales, aunque siempre han existido en las zonas limítrofes entre estos grandes grupos, pueblos más o menos mixtos en todas sus combinaciones. Tales grupos principales son: Sudanés (Sahel y países del Golfo de Guinea), Nilótico (Nilo, desde Sudán hasta los Grandes Lagos), Kushitico (Macizo etíope y Cuerno de África) y Bantú, siendo éste el más extendido, ya que ocupa toda el área al partír del cinturón selvático ecuatorial. Es además un tipo mixto relacionado con dos tipos antaño muy extendidos y hoy en día minoritarios; los Twa y otros grupos mal denominados pigmeos, habitantes de los bosques y los Kung-San mal denominados bosquimanos de las zonas áridas del extremo sur.
Migrantes de origen francés se hallan establecidos en el Magreb y escasamente en las grandes ciudades de África Occidental, los de origen español habitan Marruecos y el Sáhara Occidental, mientras que en Angola y algunas ciudades costeras de África Occidental hay un número minoritario de grupos mixtos de origen Africano-portugués. En el sur de África hay una significante cantidad (6 millones) de Africanos Blancos o Afrikaaners, descendientes de holandeses e ingleses.
La mayoría de los africanos mantiene un estilo de vida rural, pero la urbanización aumenta ya que la gente abandona el campo para buscar trabajo de las ciudades. Las mayores densidades de población se encuentran donde el agua es más accesible, como en el valle del Nilo, las costas del norte y oeste, a lo largo del Níger, en las regiones montañosas del este y en Sudáfrica.
África negra y España
Un relato de las conexiones existentes entre África negra y España desde la prehistoria, a través de la protohistoria, la historia Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y la época del esclavismo, hasta la época contemporánea y las migraciones africanas actuales. Narrado por Antumi Toasijé el vídeo forma parte del Curso Online de Historia, Cultura y Política Panafricanas del Centro de Estudios Panafricanos.
Hallan evidencia de los primeros esclavos africanos llevados a América
El descubrimiento ha sido hecho por un equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y de la Universidad Autónoma de Yucatán.
El origen africano de los esclavos fue determinado a través de la lectura de firmas reveladoras confinadas en el esmalte dental de los individuos por los isótopos de estroncio, un elemento químico que entra en el cuerpo a través de la cadena alimenticia, de igual manera que los nutrientes pasan del lecho rocoso a las plantas y animales, a través de la tierra y el agua. Los isótopos encontrados en los dientes son una firma indeleble del lugar de nacimiento, porque pueden ligarse directamente al lecho de roca de sitios específicos, proporcionando a los arqueólogos una herramienta poderosa para rastrear la migración de individuos sobre la Tierra.
Los nuevos estudios isotópicos son importantes, según los autores del nuevo informe, James Burton y T. Douglas Price de la Universidad de Wisconsin-Madison, y Vera Tiesler de la Universidad Autónoma de Yucatán, porque proporcionan el más antiguo eslabón físico definitivo entre la diáspora africana y el Nuevo Mundo. En un lapso de casi 400 años, nada menos que 12 millones de personas fueron esclavizadas y enviadas a trabajar principalmente a minas y plantaciones americanas, bajo horrendas condiciones.
En el antiguo México colonial, Campeche era una entrada española importante al Nuevo Mundo. Sirvió como base para la exploración y conquista, y era un fortín defensivo importante en una región infestada de piratas.
“El descubrimiento de los restos de esclavos nacidos en África en fechas tan tempranas muestra que la esclavitud se volvió un aspecto integral de la economía del Nuevo Mundo no mucho tiempo después de que los Conquistadores completaron la subyugación de México”, explica Price.
La evidencia arqueológica e histórica, incluyendo un mapa del Campeche colonial, sugiere que el cementerio estuvo en uso desde mediados del siglo XVI hasta finales del siglo XVII.
El análisis químico, combinado con la distintiva mutilación dental, proporciona fuerte evidencia de que esos sujetos nacieron en África y fueron llevados a América”, argumenta Price. “Lo que me resulta más llamativo es lo pronto que empezó a suceder”.
Los esclavos africanos fueron llevados al Nuevo Mundo a medida que los españoles necesitaban mano de obra para recolectar madera y trabajar en las minas que enriquecieron a España. Al inicio de su dominio sobre las colonias, los españoles esclavizaron a los indios para realizar las labores pesadas, pero pasaron a abastecerse de esclavos africanos a medida que las enfermedades introducidas por los europeos diezmaban a las gentes nativas.
LA DANZA
Aun teniendo en cuenta la gran diversidad musical existente en Africa, se puede generalizar el hecho de que música y danza son inseparables en todo el continente. Siempre que uno oye cantos y palmas, o los ritmos de un tambor, se puede casi asegurar que alguien, cerca, está bailando. Una siempre atrae a la otra.
Al igual que en el resto de culturas, en las culturas africanas las danzas tradicionales están intimamente relacionadas con las fases de la tierra (cambio de estaciones, desgracias naturales, etc) y con las fases de la vida (nacimiento, iniciación, matrimonio, muerte, …).
Existe una gran variedad de ritmos y cadencias según las diferencias culturales de los muy diversos pueblos africanos.
Aunque muchas danzas se atienen a coreografías definidas, en general los bailarines realizan sus movimientos con un alto grado de improvisación. Generalmente, el bailarín utiliza, no solo sus pies, sino que juega con sus caderas, sus piernas, cabeza y hombros, y en las músicas polirrítmicas, donde cada tambor marca un ritmo diferente, cada parte del cuerpo puede seguir los diferentes ritmos marcados a la vez.
Hay muchos tipos diferentes de bailes, cada uno hecho con un estilo particular y para un propósito particular. El baile sirve para una gran variedad de funciones rituales y de simple diversión. Algunos bailes sirven para honrar a las fuerzas espirituales en las ceremonias religiosas, mientras otras son propias de las ceremonias concretas de iniciación o pasaje. Hay numerosos bailes sociales, como de competición, bailes militares, o bailes que honran a los jefes importantes.
Bailes africanos, hoy conocidos internacionalmente, como puede ser “la danza del vientre” que se exhiben en espectáculos publicos por todo el mundo,  tienen raíces culturales muy antiguas. La exportación y el mestizaje de los ritmos musicales modernos ha permitido que movimientos de danza africanos se hayan generalizado por otros continentes.
Mujer
Tanto en las sociedades africanas tradicionales, como en las sociedades urbanas, predominan, como en los otros cuatro continentes, las sociedades en las que la situación social de la mujer es inferior a la del hombre en muchos aspectos de su vida familiar, cultural, política, …
En medios rurales es habitual que la mayor parte de los trabajos (cuidado de la casa y de los hijos, recogida de agua y leña, preparación de alimentos, trabajos agrícolas y atención del ganado doméstico, …) sean realizados por las mujeres, mientras los hombres pasan el tiempo reunidos entre ellos, bebiendo y tratando “asuntos de la comunidad”. Esporádicamente, acuden al mercado para intentar vender productos que le reporte una ayuda en dinero en metálico. La escolarización femenina es mucho menor que la masculina. En muchos casos, la elección de compañero matrimonial está supeditado al visto bueno de la familia, que mira más los intereses familiares que los de la futura esposa. Una vez casada, no tiene voz ni voto en los asuntos familiares e, incluso, no se cuenta con ella en el caso de que el marido vaya a tomar una nueva esposa. En los nucleos urbanos, por su escasa capacitación para encontrar trabajo y ante la ausencia de oferta de empleo, muchas mujeres recurren a la prostitución como medio para tener una independencia económica al margen de la familia.
La discriminación legal es habitual. Por ejemplo, en la mayoría de los casos es menor la compensación y el castigo impueto en un asesinato, en el caso de una mujer que en el de un hombre; En muchas sociedades, le está negado a la mujer el derecho a iniciar un proceso de divorcio matrimonial; la actividad pública es algo generalmente reservado a los hombres; las normas morales suelen ser más rígidas para las mujeres que para los hombres; la brujería, uno de los delitos más graves en las sociedades tradicionales, ha sido causa de acusación para muchas más mujeres que hombres.
Son pocas las áreas en las que la mujer tiene un reconocimiento mayor que el hombre. Por ejemplo, la maternidad suele estar más valorada que la paternidad; en algunas religiones tradicionales, suele predominar la mujer sobre el hombre, en el ejercicio del sacerdocio, intermediaria entre vivos y difuntos o como adivina; a veces, su poder ha sido tan grande que como en el caso del Pueblo Zulu, han llegado a nombrar y destituir reyes, o como en el caso de Nehanda a dirigir la guerra de liberación en Zimbabwe; en muchos paises, el comercio minoriata es, mayoritariamente, ejercido y controlado por mujeres.
Una excepción a la inferioridad general de posibilidades de desarrollo cultural de la mujer es el caso de Botswana. Hasta la independencia, tradicionalmente, los muchachos eran los responsables del cuidado del ganado por lo que eran muchas más las niñas que los niños que acudían regularmente a la escuela. Tras la independencia, el país se encontró con muchas más mujeres que hombres para asumir los trabajos de la Administración y de la empresa privada. Esta situación trajo consigo otras consecuencias. Ante la inferioridad de la mujer dentro de la familia, donde no era extraño los malos tratos, muchas mujeres económicamente independientes, han optado por no casarse, de forma que la situación de  gran número de madres solteras, habitual en muchos paises africanos, en Botswana es también habitual, pero con una diferencia: aquí es por libre decisión de las mujeres.
Mujer y Mitología
La presencia de la mujer en la mitología de un Pueblo, puede servir para conocer el papel, o la importancia, de la mujer en esa sociedad.
Algunos mitos hablan de una Madre de quien descienden todos los seres humanos. Por ejemplo, los Akposo (de Togo) dicen que cuando Uwolowu (Dios) creó a los seres humanos, hizo primero a una mujer con quien tuvo un hijo, el primer hombre. Los Ibibio (de Nigeria) dicen que los seres humanos vienen del dios Obumo que era el hijo de diosa madre Eka-Abassi. Se habla en Africa oriental sobre una mujer virgen, llamada Ekao, que cayó del cielo a la tierra y tuvo un hijo; el hijo se casó con otra mujer y dieron origen a la sociedad humana. En una leyenda Tutsi (de Ruanda). se cuenta que la primera pareja de seres humanos vivían en un paraíso. Pero eran estériles y no podían tener hijos. Le pidieron ayuda a Dios que los ayudara, y éste hizo una figura pequeña con arcilla y le dijo a la mujer que pusiera la figura en una olla durante nueve meses. Todos los días la mujer tenía poner leche en la olla, por la mañana y por la tarde. Dios le dijo que sólo sacara la figura cuando ésta tuviera brazos y piernas. La mujer siguió estas instrucciones y después de nueve meses sacó la figura de la olla que se había convertido en un ser humano. Dios hizo más personas siguiendo este método hasta que hubo suficientes para poblar la tierra.
Algunos mitos mencionan sólo el nombre de la mujer y no el del hombre. Muchos mitos cuentan que la primera pareja fue traída por Dios del cielo a la tierra. De esta manera hablan mitos de pueblos tan lejanos unos de otros como los Akamba, Turkana, Luo, Baganda, Banyoro, Yoruba, Ibo y muchos otros.
En otros mitos se dice que la mujer fue hecha por Dios del cuerpo del hombre, o después de que el hombre ya había sido creado. Por ejemplo, entre los Kwotto (de Nigeria).
El fuego es un elemento importante en la vida humana. En algunos mitos son las mujeres quienes inventaron o descubrieron el fuego. 
Entre los Bambuti se cuenta que Dios les dio una norma a los primeros seres humanos: ellos podrían comer las frutas de todos los árboles, excepto las de un árbol. Las personas observaron esta regla, hasta que una mujer embarazada apremiada por el deseo le pidió a su marido para que le trajera la fruta prohibida. El marido, fue sigilosamente por el bosque cogió la fruta y se la trajo a la mujer. Sin embargo, la luna, que estaba mirando todo esto, fue e informó a Dios. Dios se puso tan enfadado que como castigo envió la muerte a la tierra.
Proverbios
A menudo, los proverbios populares reflejan el pensamiento, la filosofía, las creencias, los prejuicios, … de la sociedad que los ha creado. La mayoría de los que se exponen son peyorativos, y muchas veces ofensivos para la mujer. Habrá, pero no son fáciles de encontrar los proverbios positivos y no machistas.
“Las esposas y los bueyes no tienen amigos” . Se quiere expresar que ni el ganado ni las esposas se deben confiar ni al mejor amigo
“¿Me compró usted con colmillos del elefante?” , al marido que trata mal a su esposa. Ella lo recuerda que no fue comprada como un bien cualquiera o como a un esclavo.
“Es mejor casarse con una mujer mayor que quedarse soltero”.
“Tiene las cinco, ese hombre tiene éxito” . Los Maasai que usan este proverbio explican que una vida exitosa necesita de “una esposa, una vaca, una oveja, una cabra y un asno.” .
“Una niña recién nacida quiere decir vacas bonitas” . Se refiere al ganado que la familia recibirá cuando se case la hija.
Entre Tsonga y Shangaan de Sudáfrica se dice: “Engendrar a una mujer es engendrar a un hombre” . Y también : “El pecho de la madre no puede dar la lepra”.
“La mujer que tiene hijos no abandona su casa” . Quiere decir que la mujer que tiene hijos e hijas tiene asegurada la vejez
Entre los Akamba de Kenya se dice: “él quién no ha viajado piensa que su madre es la mejor cocinera del mundo.”  Y también dicen : “La madre del macho cabrío grande no tiene   cuernos” . Quiere expresar que todos los hombres, aún los más importantes, han nacido de una mujer.
Los Gikuyu de Kenya: “El bebé q  quien se niega el pecho de su madre, nunca estará lleno” . Otras personas pueden alimentar al bebé, pero su comida nunca será tan buena como la de la madre.
Los Swahili de Africa Oriental dicen : “La madre de paso no es una madre real”.
Los Acholi de Uganda dicen : “Una oveja no lamenta la muerte del hijo de una cabra” .
Y los Lugbara : “No hay nunca dos madres” . Y estre otro : “Un hijo no se ríe de la fealdad de su madre” 
Tres proverbios Lugbara ilustran sobre la poligamia : “La lengua de las co-esposas es amarga”, “La lengua de las co-esposas es puntiaguda” (que pueden picar con su hablar), y “Una co-esposa es la dueña de los celos”. Se dice en relación a la obligación del marido de agradar a todas las esposas por igual.
Un proverbio Uhanajan dice: “La poligamia hace a un marido un hombre con dos lenguas”. Y también : “Este hombre sólo ara un campo”, cuando el marido tratade forma desigual a las esposas.
“¿Que no te critique? ¿Es usted la esposa mayor?” Se refiere al respeto especial que en la familia se le tiene a la primera esposa. (Lugbara)
En regiones de Kenia se dice: “Hachas llevadas en la misma bolsa no pueden evitar sacudirse”, para significar entre otras cosas, que no es tan terrible las discusiones entre co-esposas.
Un proverbio Tsonga defiende así el “valor” o “necesidad” de las co-esposas: “Un polo es fortalecido por otro polo”.  Y también : “¡No desees una mujer con pecho bonito, si no tienes dinero!” . Se refiere a que las mujeres hermosas son más costosas para la familia del novio. 
Los Gikuyu dicen: “Las mujeres, como el tiempo, son imprevisibles”, y “las Mujeres no tienen ninguna calabaza segura, pero goteando al revés sólo una” . Quieren expresar que las mujeres no son de su confianza para confiarles secretos. Y también, para expresar lo mismo : “La mujer, olvida que la boca a veces se cubre con una rama” .
Los Maasai acusan a las mujeres diciendo : “Una mujer no puede ver la palma de su mano”.
En Uganda, los Acholi dicen : “Las mujeres no tienen ningún jefe”, para significar que a las esposas no hay esposa o esposo que las controle,
“Cuando las mujeres aumentan en riqueza, ellos están callados. Pero cuando ellos entran en problema, el mundo entero se entera.”
“Uno no sigue las huellas en el agua”
“Las mujeres no tienen ningún tribunal”.
de Ghana : “La mujer es una flor en un jardín; su marido, el cercado alrededor de ella” .
Los Akamba advierten contra el peligro de permanecer soltero: “Quién come solo, se muere solo”
Mujer y Salud
A diferencia de los países del norte, en África y otros países del sur cientos de miles de mujeres mueren anualmente como resultado de complicaciones relacionadas con el embarazo, consecuencia del fracaso o la ausencia de servicios asistenciales adecuados. Muchas de las muertes ocurridas por las interrupciones del embarazo sin las necesarias medidas y medios sanitarios podrían evitarse con una mejora de los servicios de información y ayuda para la contracepción.
La postura de las autoridades religiosas, aunque no todas mantengan los mismos criterios, en general es de oposición a la utilización de medios anticonceptivos.
El SIDA, que está causando estragos en muchas sociedades africanas, es especialmente trascendental en cuanto a la transmisión de la enfermedad a los hijos, ya antes de su nacimiento.
La mutilación genital femenina continúa poniendo la salud de muchas mujeres en riesgo, además de considerarse como un atentado a los derechos de la persona. Se estima que entre 80 y 100 millones de mujeres la padecen en la actualidad esta mutilación, en zonas de 28 países de los 53 países africanos.
Mutilación Genital Femenina
La ablación en Senegal
Mujer y Derecho
Los ejemplos favorables o desfavorables para la mujer, expuestos en la introducción de esta página,  se manifiestan de forma muy diversa según el país o el grupo étnico del que se trate, yendo desde las sociedades, más negativamente discriminatorias para la mujer, de los países de mayoría musulmana del norte de África, a la sociedad, tal vez, más igualitaria de África, la sociedad Khoisan.
Mujeres Maasai y la Tierra.- El Pueblo Maasai nunca poseyó tierras en propiedad. Cuando el gobierno de Kenia comenzó un plan de distribución de la tierra, no tuvo en cuenta el que las mujeres también tenían derecho a la adquisición de tierras, y se puso como titulares a los hombres de cada familia. Actualmente las viudas y las mujeres solas  no tienen  derecho para poseer tierra.
En la cultura Maasai existe una gran discriminación contra las mujeres. Los hombres pueden vender tierra sin la consulta y autorización de las mujeres, con lo que las mujeres y sus hijos sufren las consecuencias de estas prácticas culturales.
Herencia de propiedades de la mujer en Benín.- La Propiedad familiar (igiogbe) en gran parte de Benin, normalmente era un asunto masculino. Las mujeres, raramente, accedían a la propiedad de tierras. La propiedad de una mujer consistía en su ropa, ornamentos corporales, utensilios de cocina, algunos animales domésticos, uno o dos árboles frutales, y en caso de las clases altas, algunos esclavos. Cuando moría una mujer, sus propiedades eran heredadas por sus hijas salvo los árboles frutales y los esclavos que se compartían con los hijos.
El sistema colonial, las mujeres comenzaron a tener derecho a la adquisición de tierras y les fue reconocido el derecho a la separación matrimonial y al divorcio. Desde entonces, la adquisición de tierras o la posesión de ellas gracias a la herencia de sus madres no ha cesado de aumentar.
Como consecuencia de esta situación, son muchas las mujeres que llegan al matrimonio con propiedades importantes o que esperan a adquirirlas para casarse después, lo que les permite tener una mayor independencia económica en caso de separación matrimonial.
Este cambio ha originado graves problemas familiares nuevos. Mientras que antes, la herencia de la madre raramente era objeto de litigio entre hijos e hijas, en la actualidad, es la principal causa de rompimiento de relaciones familiares. Muchos hijos alegan el derecho de “lgiogbe” según el cual, las propiedades familiares deben pasar al hijo mayor. Y como en un principio, la decisión de estos litigios es tomada por el Consejo de Familia, formado normalmente por los cabezas masculinos de la familia extensa,  no es extraño que las propiedades de la madre se ceda a los hijos varones, y que las hijas se vean obligadas a recurrir legalmente. Los litigios sobre la propiedad de tierras son, actualmente, los más abundantes en los Tribunales de Justicia de Benín.
 Diferentes Asociaciones de Mujeres de Benín tratan de buscar salidas a este conflicto, que a la vez que defiendan los derechos a la herencia de tierras de la mujer, se encaminen a resolver los conflictos familiares existentes.
En Swazilandia, las leyes políticas dan al marido el poder indiscutible para la adquisición y disposición de la propiedad matrimonial. En Zambia, las leyes políticas y prácticas no son uniformes, dependiendo del tipo de matrimonio.
Las Trokosis.-En el extremo de la falta de derechos de la mujer, se encuentra la institucióo tradicional Ewe de Ghana, Benin, Nigeria y Togo (aunque de donde se tienen datos es de zonas remotas de Ghana), conocida como “Trokosis”. De acuerdo a esta tradición, las familias entregan niñas vírgenes a los sacerdotes para aplacar a los dioses por los crímenes cometidos por los familiares (hasta principios del siglo XVIII, se entregaba ganado u otros bienes). Estas niñas son utilizadas como ayuda doméstica y, a veces, como compañeras sexuales. Generalmente, sirven a un sacerdote de tres a cinco años.  Después de ese tiempo, la familia puede reclamarla; pero los sacerdotes exigen un precio alto, normalmente en dinero, animales y otros bienes. Si el sacerdote muere, la mujer permanece como propiedad de su successor.  Si la muchacha muere, su familia  está obligada a reemplazarla con otra virgen, y así el ciclo puede continuar durante generaciones.
Mujer y Economía
Sin entrar en el papel fundamental que la mujer juega en la economía familiar en gran parte de Africa y su posición preferente en el control del pequeño comercio, nos referiremos al instrumento financiero utilizado tradicionalmente por las mujeres de gran parte del Africa subsahariana, especialmente en Africa central, y que con diferentes nombres (musika en Congo, tontina en Camerún, etc.) funciona de la siguiente manera:
Un grupo de mujeres (amigas, vecinas, familiares, …) se juntan y deciden crear una musika comprometiéndose las participantes a aportar regularmente (semanal, mensualmente) una pequeña cantidad de dinero. De forma rotativa, cada una de las participantes irá teniendo acceso al dinero ahorrado cuando necesiten recurrir al mismo para hacer frente a un gasto familiar, o una compra extraordinaria, o para iniciar un pequeño negocio, …
La imposibilidad para acceder al sistema financiero bancario ha hecho que muchas actuales empresarias africanas comenzaron su andadura a través de este sistema de financiación. Tal es el caso de la Presidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Empresarias (FCEM), Françoise Foning.
Actualmente, están muy extendidos los llamados microcréditos para la puesta en marcha de pequeños negocios personales, familiares o en cooperativa y de los que las mujeres suelen ser las principales beneficiarias. Estos microcréditos son prestados por instituciones públicas y privadas, nacionales e internacionles, siendo, quizás, la institución más representativa el Banco Mundial de la Mujer, fundado por la ghanesa Esther Afua Ocloo.
MUSICA
El inmenso desierto del Sahara divide a África en dos regiones musicales diferenciadas. La música del norte comparte muchos rasgos con la de Oriente Medio. La música subsahariana es conocida a lo ancho del mundo por sus ritmos sofisticados. Los conjuntos de tambores, xilófonos y otros instrumentos tocan siguiendo varios modelos rítmicos y métricas diferentes que crean estructuras complejas llamadas poli rítmicas. Incluso instrumentos musicales diferentes a los de percusión, como la Mbira o los cuernos se tocan de manera percusiva , por ejemplo, tirando de una cuerda o acentuando fuertemente la voz. Es común, en muchos pueblos, el que en la música interpretada en grupo, haya una voz que actúa como líder, y el resto de voces le van contestando alternativamente. Además de acompañar a las danzas, el trabajo, las ceremonias y las procesiones reales, se usa también para la comunicación, imitando al lenguaje hablado.
Las funciones sociales que tradicionalmente, ha cumplido la música en África, ha condicionado su sometimiento a los imperativos de los dirigentes, especialmente en cuanto a su vinculación con la religión se refiere.
En las sociedades islamizadas, a menudo, se considera que la música desvía a la gente de su fin principal, el culto a dios. En estas sociedades, la música es consentida durante periodos festivos pero reprimida en su utilización social más trascendente.
En las sociedades que mantienen su religión tradicional, la música, habitualmente, va ligada de forma indisociable con los actos sociales de dimensión religiosa. o como instrumento de comunicación con lo sobrenatural, utilizándola en la curación de las personas, en los dominios diarios de caza, la pesca o las actividades agrícolas.
En las regiones cristianizadas, no se ha reprimido la música, pero muchas veces, se ha intentado que sea utilizada únicamente como participante de las ceremonias religiosas. Desde los años 70, la música religiosa (audio) no ha tenido inconveniente en incorporar los ritmos populares a los textos litúrgicos.
La variedad de músicas es enorme y, muchas veces, sin conexiones aparentes entre ellas. Es imposible confundir la música vocal del África Oriental con la de los países occidentales. En el occidente  central africano (Senegal, Níger, etc.) destacan dos características que no se dan en otras latitudes: la existencia de músicos profesionales, los griots, mezcla de músicos e historiadores oficiales de las clases aristocráticas; y la utilización de los tambores como medio de comunicación. En el África Oriental, destaca la utilización de una multitud de arpas y liras que se extienden desde el Valle de Nilo hasta el Valle del Rif, y que algunos las consideran históricamente, como herederas delas cultura del Egipto de los faraones.
En el África central, donde , tradicionalmente, los tambores han sido el alma de la creación musical, éstos, a partir de la música congoleña contemporánea, han ido siendo relegados a un segundo lugar. Otro rasgo distintivo es el floreciendo de texturas vocales e instrumentales polifónicas como son las creaciones de la música dorze y las más conocidas de los pueblos pigmeos. Aunque la música polifónica está muy extendida por todo el continente, hay regiones (Sahel) donde es desconocida.
De los instrumentos africanos, además de las innumerables variedades de tambores, hay que señalar las muchas variedades de xilófonos y destacar, tal vez como el único instrumento de origen netamente africano, del mbira (sanza), inexistente en otros continentes. Los occidentales han adoptado el término de balafon, para designar a los variados xilófonos. Se dice que el término balafon viene de la palabra Mandingo “balas” que quieren hablar
Organización Social
En la actualidad, estamos asistiendo al nacimiento de sociedades políticas supra-nacionales (Unión Europea, Unión Africana, …) a las que los gobiernos de los antiguos estados nacionales van cediendo determinadas parcelas de su soberanía a esos entes más amplios. Todas las sociedades modernas están organizadas en lo que se suele llamar “estados nacionales” que en la mayoría de los casos tienen un carácter plurinacional, es decir, compuestos por varios grupos nacionales o étnicos diferentes. Estos Estados son gobernados a través de diversos poderes sociales (partidos políticos, grupos económicos, organizaciones religiosas, grupos étnicos, etc.) que se estructuran de diversas formas en cada Estado para ejercer su influencia en la dirección y control del mismo. Incluso en los Estados donde sus estructuras administrativas tienen, aparentemente, un carácter más democrático es fácil reconocer la existencia de familias (clanes o linajes determinados) cuya presencia se mantiene en las estructuras administrativas generación tras generación, así como la constante o alternativa preponderancia en el poder de determinados grupos raciales, nacionales, religiosos, etc.
Africa no se diferencia de otros continentes en todo lo anterior.
Descendiendo en la organización social o política de cualquier Estado africano hasta el nivel de los pueblos que lo componen podemos observar que muchas sociedades africanas están estructuradas siguiendo el esquema siguiente:
Tengan, hayan tenido en otros tiempos o jamás hayan contado con un poder centralizado, la mayoría de los pueblos se dividen en subgrupos que se suelen corresponder o subdividir a su vez en diferentes clanes.
Clanes.- Un grupo étnico suele estar formado por varios clanes. El origen de un clan puede tener un carácter histórico o legendario, es decir, que puede que se conozca el personaje histórico (un antiguo jefe de un determinado linaje; un antiguo jefe militar, …) que dió nacimiento al clan, o puede que su origen se pierda en la leyenda
La movilidad de las sociedades contemporáneas va haciendo perder poco a poco el carácter territorial que tuvieron en tiempos pasados.
Aunque muchas veces se desconozca su origen, muchos clanes suelen ir adheridos a un símbolo, tótem, mediante el que se identifican todos sus miembros (un ave, una bestia salvaje, una planta, un mineral, etc.). En estos casos, hay determinadas leyes, tabúes, que obligan a los miembros del clan en relación al tótem al que pertenecen. Por ejemplo, si el símbolo es un animal, puede ser que esté prohibido su consumo como alimento, que su muerte se utilice ritualmente, que se destaquen aquellas características del animal que sirvan como modelo de conducta individual o social, etc.
El clan suele ser quien crea las leyes que rigen el funcionamientos de las entidades sociales inferiores (linajes, familias) en lo referente a la propiedad, herencia (patrlineal o matrilineal), Matrimonio, formas de administración de la justicia, etc
Es habitual, y lo fue mucho más en tiempos pasados, el que cada clan tenga su propia autoridad central perteneciente a un linaje determinado, que co-gobierna ayudado por un Consejo formado por los jefes o autoridades de los diferentes linajes que componen el clan.
Linajes.- A su vez, el clan se divide en diferentes linajes, cada uno de éstos formado por familias extensas unidas por un antepasado común. A diferencia de lo que sucede con el clan, cada linaje suele conocer la historia del linaje y saber quién fue el fundador del mismo.
Cada linaje suele tener una autoridad que según, cada caso, puede tener un carácter hereditario o ser elegido por sus cualidades personales de entre los miembros de una determinada familia o de entre todas las familias que forman el linaje.
Organización Política.-
En diferentes épocas y pueblos, en Africa han existido todas las formas de organización política conocida, desde la orgacización más descentralizada de los pueblos de cazadores y recolectores a los estados más centralizados.
religiones
El avance de las grandes religiones del Islam y Cristianismo están dejando, en números globales, como religiones marginales a la religiones Tradicionales africanas. En términos globales, ya que no sucede lo mismo cuando se observan Pueblos concretos en los que su religión Tradicional continúa siendo mayoritaria.
Dios o Dioses
Aunque en la cosmogonía de algunas religiones africanas existen multitud de deidades menores (por ejemplo en la religión Yoruba), la inmensa mayoría de Pueblos creen en la existencia de un dios creador que gobierna sobre todos los poderes divinos y humanos.
Este dios, nacido a veces de una madre, vivió entre los hombres hasta que por causas diferentes, según el Pueblo de que se trate, acabó dejando la tierra y despreocupándose de su creación y de los seres humanos, por lo que los humanos no tienen relación con él .
Pero, además de este dios lejano, en la naturaleza existen otras fuerzas espirituales encarnadas en diferentes deidades que están cerca de los humanos y que les pueden resultar beneficiosos o malignos. Los. Zulú , por ejemplo, creen que estas energias espirituales pueden emplearse en su beneficio o que les pueden causas todo tipo de desgracias.Estas fuerzas puede estar presentes en los bosques, en los montes, en los rios, en determinados animales, árboles o plantas.
Culto a los Antepasados
En muchas sociedades africanas el culto a los antepasados es el centro de la actividad religiosa. No existe uniformidad en este culto y depende de cada grupo étnico , existiendo multitud de pequeñas variaciones, incluso dentro de un mismo grupo étnico.
Hay, sin embargo, determinadas características que se repiten en la mayoría de las religiones Tradicionales, en relación a este culto a los antepasados. En algunas comunidades, una persona sin descendencia no puede convertirse en un antepasado. en algunos Pueblos, se pone a un recien nacido el nombre de un antepasado para que de esta manera éste siga viviendo en el cuerpo del nuevo descendiente.
Pero un antepasado, que seguirá viviendo junto a su familia, para su protección, puede desaparecer o convertirse en un ser dañino para la familia, si es olvidado y se le deja de venerar. De ahí, que sea deseable tener muchos hijos, ya que así éstos le recordarán y mantendrán las comunicaciones rituales con él y poder así continuar procurando beneficios para sus parientes vivos (salud, larga vida, buenas cosechas, etc.) Los vivos pueden relacionarse con los antepasados a través de los sueños y los adivinos.
Se cree que un antepasado disfruta de ciertos poderes mágico-religiosos especiales que pueden ser utilizados para el bien o para el mal de la familia. Se les atribuye cualidades corporales y espirituales. Así, por ejemplo, son invisibles pero puede circunstancialmente pueden hacerse visibles; tienen la capacidad de entrar y poseer a los humanos y animales salvajes; capacidad de consumir comida o bebidas, por lo que es habitual, en muchos Pueblos, en echar al suelo, antes de las comidas, parte de la comida y sobre todo de la bebida que se va a consumir; tienen la capacidad de existir en cualquier parte (especialmente, en urnas que guardan sus restos, en determinados árboles o bosques, etc.).  Cuando son olvidados se cree que se enfadan y como castigo traen la desgracia familiar. Para aplacar el enfado, se hace, entonces necesario, realizar determinadas oraciones, ofrendas y rituales. 
Gracias a su condición sobrehumana y su proximidad al Creador, los antepasados son considerados a menudo como mediadores entre el Ser Supremo y su los parientes vivos.
No todo el que muere se convierte en un antepasado que continúa viviendo junto a la familia. Para ello, es necesario haber llevado una vida moralmente buena, según las normas morales tradicionales. En algunos Pueblos, el entierro apropiado con ritos fúnebres apropiados es otra condición necesaria para que el difunto permanezca vivo, como antepasado.
En algunas comunidades, se destinan lugares especiales para el culto a los antepasados. Los rituales, no siempre son iguales, y hay comunidades en las que dependen de la posición social del difunto. Entre los Akan de Ghana, como parte de la ceremonia de coronación de un nuevo rey, el candidato talla un taburete qué usará a lo largo de toda su vida. Cuando muere, se tiñe de negro el taburete y se coloca junto a la urna con sus restos en una capilla, desde donde ejercerá como antepasado. Los Zulu, Sotho, Tswana, Thonga, y Shona entre otros tienen sus símbolos que representan a sus antepasados. Los Igbo del sudeste de Nigeria tienen su Okpensi y Ofo así como altares sagrados altares para los antepasados.
En muchas religiones, se celebran fiestas y rituales especiales en honor de los antepasados. Los Akan celebran cada veintiún día los rituales del Adae y anualmente, la fiesta de Odwera . Los Yoruba, cada uno o dos años celebran la fiesta conocida como Egungun.
La influencia de la creencia en la pervivencia del espíritu de los difuntos permanece a menudo incluso en sociedades en las que muchos de sus habitantes hace tiempo que abandonaron sus antiguas creencias, como es el caso de la Medicina Hamer, en la que, a pesar de ser muchos practicantes del Islam, su antiguas creencias tiene una presencia evidente
Sacerdotes o Líderes religiosos
En todas las religiones Tradicionales africanas hay personas especializadas en los asuntos religiosos, dirigentes espirituales. Al igual que sucede en el Cristianismo o en el Islam ellos son los encargados de ejecutar los rituales, de presidir y dirigir las ceremonias. Los colonizadores europeos y los sacerdotes cristianos, les dieron otros nombres : adivinos, hechiceros.
Ellos hacen de intermediarios entre el mundo de los vivos y el mundo de los antepasados. Al igual que en otras religiones, donde se piensa que todo lo que sucede es porque su Dios o Alá lo ha querido, en la religiones africanas, se cree que las dichas y las desgracias son debidas a fuerzas espirituales extrañas a los humanos y difíciles de comprender y controlar por ellos. Y si las malas cosechas o las enfermedades son debidas a esas fuerzas espirituales no es de extrañar que , muchas veces, los sacerdotes aúnen en su persona varias profesiones que en otros continentes se ejercen separadamente. Así, es fácil encontrar en muchas sociedades africanas que un sacerdote ejerce también de médico o juez. En algunos Pueblos, esta función es asumida por el jefe de la familia, del clan , de la aldea, etc.
Normalmente, el ejercicio del sacerdocio requiere de un largo aprendizaje, ya que, además de ser el mantenedor de las ideas espirituales y de las tradiciones étnicas, habrá de aprender sobre las técnicas que empleará, sobre plantas y técnicas curativas, etc. Para conocer sobre las fuerzas espirituales que están ejerciendo una influencia negativa sobre una persona, una familia o toda una comunidad el sacerdote recurre a técnicas de adivinación, aunque este término no sea el adecuado, pues no tratan de conocer el futuro sino de entender el presente. Aunque se da el caso de sacerdotes que son hijos de sacerdotes, raramente es un oficio hereditario.
El grado de dominio de estos conocimientos espirituales y técnicos hace que no todos tengan la misma capacidad y por tanto, el mismo reconocimiento social. En algunas comunidades, las sociedades profesionales a las que pertenecen los sacerdotes han llegado a estructurar grados o categorías en la profesión.
Cuando los tiempos son malos y ante la inseguridad del futuro se intercede a los antepasados para que ayuden en cada situación. Cuando los problemas son graves y se desconoce sus causas o no se encuentra soluciones, los creyentes acuden a estos sacerdotes que intentarán ayudarles. Para obtener el favor de los antepasados, el sacerdote les ofrecerá sacrificios y alimentos. Así, para que las cosechas sean abundantes, antes de cazar, pala lograr un embarazo, … puede que el sacerdote derrame sangre de un animal sobre la tierra, cerveza u otros alimentos que considere que son del agrado del antepasado.
A pesar de que el sacerdote debe ser una persona íntegra moralmente y generosa, se conocen muchos casos de corrupción, en los que el sacerdote ka abusado de su posición para obtener beneficios personales. Para evitar estas situaciones de engaño, algunos Pueblos exigen a los aspirantes el pasar por determinadas pruebas de iniciación; o como en el caso de zimbabwe, los aspirantes, que realizan sus estudios de medium como si se tratara de una carrera universitaria, deben pasar una serie de pruebas realizadas por mediums reconocidos, para la obtención del título que les permitirá ejercer legalmente la profesión.
Religiones Cristianas
En el año 180, en Cartago, doce personas son ajusticiadas por negarse a realizar sacrificios en honor del emperador, declarándose cristianos. Según la leyenda, san Marcos, llevó la nueva religión a Alejandría. Cuando en el año 312, Constantino declara el cristianismo como la religión oficial del imperio romano, Egipto cuenta con más de 50 sedes episcopales y se ha traducido la Biblia del griego al copto, el antiguo idioma egipcio escrito en caracteres griegos. Desde Egipto, el cristianismo se extiende a Etiopía, donde durante siglos se mantendrá la iglesia copta dependiente del patriarca de Alejandría, que a su vez obedecía las directrices de Bizancio.
Pero en el siglo VII, la nueva religión, el Islam, que, salvo en contadas ocasiones, no impone su pensamiento, aporta aires religiosos nuevos que van ganándose poco a poco las mentes de los cristianos de las tierras donde se van instalando los árabes, acabando en poco tiempo con el cristianismo de toda la región, salvo reductos, pequeños que perdurarán hasta nuestros días.
Nueve siglos más tarde, a partir del siglo XV, comienzan a llegar al África subsahariana los primeros “misioneros” cristianos. África, donde zonas como Etiopía y regiones del norte del continente fueron la cuna esta religión, se había mantenido hasta entonces al margen de su influencia.
Pero ha sido, sobre todo, durante el pasado siglo XX, cuando las diferentes iglesias cristianas llegadas de Europa y América han ido ganando adeptos, hasta el punto de convertirse en mayoritarias en muchos países. Pero no sólo se han instalado estas religiones venidas de otros continentes. Desde mediados del siglo XIX comenzaron a surgir de las filas de estas religiones, nuevas iglesias cristianas que trataban de aunar las tradiciones espirituales autóctonas con sus creencias cristianas. La proliferación de estas iglesias, llamadas “independientes” por no estar sujetas a autoridades europeas o americanas, ha sido enorme a lo largo de todo el siglo XX. En unas predominan la influencia de las creencias autóctonas sobre las cristianas, y en otras, es mayor el peso de la religión cristiana que el de las religiones tradicionales. En 1.970 se estimaba que existían unas 5.000 iglesias cristianas independientes repartidas entre unos 300 grupos étnicos diferentes. Actualmente se cree que son más de 7.000 : aproximadamente, 3.000 en Sudáfrica, 800 en Nigeria, 600 en la Rep. Democ. del Congo, 400 en Ghana, 200 en Kenia, …
Estas nuevas religiones cristianas cuentan con muy desigual afiliación, yendo desde aquellas que cuentan con unos cientos de creyentes, a otras muy numerosas (más numerosas que algunas de las iglesias importadas), que como en el caso de la iglesia Kimbanguista, asentada fundamentalmente entre el Pueblo Kongo, cuenta con más de 3 millones de adeptos, teniendo templos abiertos por muchos países europeos y en América del norte.  
 1900a mediados de 1970Estimación en el 2000
PAISCreyentes%Creyentes%Creyentes%
Angola2,953,00099.41,100,25019.4252,4002.0
Benin569,20091.81,790,00066.63,043,20051.4
Botswana102,90085.7347,20056.3491,50034.4
Burkina Faso1,260,00090.02,984,30055.42,991,00027.3
Burundi1,007,90099.8839,40025.1252,0003.5
Camerun2,479,50094.61,864,00031.91,229,80010.6
Chad1,088,00064.0978,00026.91,218,00017.6
Congo Brazzaville526,50097.579,5806.775,8002.8
Congo Kinshasa8,865,35098.11,666,0007.7357,7000.7
Costa de Marfil949,30094.92,113,00049.03,224,50033.5
Etiopia2,969,00037.13,541,00014.24,061,0007.6
Gabon259,10092.517,0003.412,9002.0
Gambia13,10014.755,56012.076,7009.0
Ghana1,987,00090.32,864,00033.21,177,5005.6
Guinea-Bisau97,20081.0264,70052.2382,00045.4
Guinea Conakry414,01541.81,194,36430.51,921,70022.7
Guinea Ecuatorial113,50094.618,8136.610,0002.0
Kenia2,779,70095.83,158,43028.13,257,00010.5
Lesotho271,20088.9137,21013.261,0003.0
Liberia271,00087.4759.00049.81,097,00034.1
Madagascar1,556,00060.33,408,05049.27,591,00042.7
Malawi714,00095.21,075,20024.71,049,00011.0
Mali909,00069.91,030,00020.41,520,00013.5
Mozambique2,504,90096,44,757,30057.86,197,00035.1
Namibia129,60091.333,1005.226,4002.0
Niger500,00054.9545,30013.6742,5007.8
Nigeria11,824,00073.05,970,00010.84,047,7003.0
Rep. Centroafricana766,95099.6327,30020.3169,4005.0
Ruanda1,068,00099.81,076,90029.3501,0005.8
Santo Tomé38,75096.92,0002.78801.0
Senegal282,00028.2166,0004.272,4000.9
Sierra Leona876,60085.41,419,95053.72,651,20046.4
Sudafrica2,793,00057.03,889,21018.16,519,00013.1
Sudan2,077,40038.03,258,65220.83,545,0009.1
Swazilandia79,20099.0115,70028.3127,26013.5
Tanzania3,439,90090.54,227,00031.83,822,80011.2
Togo447,00095.11,102,26056.21,169,00025.2
Uganda2,416,70091.22,152,30021.91,208,0005.0
Zambia748,00099.71,467,20034.21,758,73015.2
Zimbabwe479,80096.02,469,00046.54,440,00029.3

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