Creencias y costumbres de ayer y hoy sobre el Día de Muertos en Yucatán

Un sacerdote maya habla de la herencia de los antecesores

En la conmemoración del Día de Muertos se mantienen costumbres ancestrales como la de poner hilo negro en la muñeca de la mano derecha a los hijos pequeños para que no se los lleven las ánimas; se concluyen labores domésticas para que no lloren las almas y hagan este trabajo; la gente acostumbra dormir temprano para no molestar a los espíritus, y se colocan altares para niños, adultos y el ánima sola.

Los mayas creían en la inmortalidad del alma o pixán y en su eterna existencia después de la muerte. Y el culto a los muertos en Yucatán es una tradición que se heredó de los ancestros, dice Valerio Canché Yah, presidente de la organización Kuch Kaab Yéetel J-Men Maaya'ob (Consejo de Ancianos y Sacerdotes Mayas).

“El pueblo maya tuvo una de las tradiciones muy arraigadas, el llamado Hanal Pixán. Con el paso del tiempo se han perdido algunos elementos de originalidad; sin embargo, en la actualidad algunas creencias persisten”, añade.

El culto a los muertos entre el pueblo maya lleva el nombre de U Janal Pixán, que significa la comida del espíritu, indica Canché.

De acuerdo con una investigación que realizó Canché Yah, entre las creencias del culto a los muertos las familias que tienen hijos pequeños les ponen un hilo negro en la muñeca de la mano derecha como un distintivo del ser vivo, porque se considera que si no los marcan se los pueden llevar los espíritus... Se procura que nueve días antes del 31 de octubre deben estar listos los preparativos para el Hanal Pixán.— Claudia Ivonne Sierra Medina