VELOMANCIA
La Velomancia, también conocida
como Ceromancia, encierra múltiples facetas
mágicas y misteriosas.
La vela representa al fuego, nos habla de fuerza y regeneración, de protección, poder, energía y creatividad.
La luz de la vela nos libera, nos abre el corazón, amanza la fiera que llevamos dentro, y le brinda sosiego al alma.
Cuando encendemos una vela estamos estableciendo una conexión entre el cielo y la tierra, y al mismo tiempo, dándole luz a otra persona y a nosotros mismos.
La vela es un medio que utilizamos para enviar un mensaje, y siempre tiene respuesta.
Es de suma importancia determinar la esencia del problema sobre el cual queremos respuestas, o bien, directamente darle una solución, puesto que para cada situación existe un color de vela diferente, y cada una de ellas tiene asignado un día, hora, mes, estación y año en que debe ser encendida en ritual para un mejor resultado a nuestras necesidades.
Prender una vela en ritual significa un enorme compromiso con nosotros mismos y con los demás, y deberán siempre tenerse en cuenta todas la posibilidades que implicaría el objetivo de nuestro ritual, y el alcance que sus consecuencias puede acarrearle a los demás.
Todo trabajo mágico realizado con fuego implica transformación y renacimiento.
Cuando encendemos una vela estamos llevando luz, ya sea al cuerpo físico, a la mente o al espíritu.
Pero también, a través de la llama de la vela, podemos conocer el resultado de una situación con antelación, utilizando su poder como arte adivinatoria.
Existen tres métodos de adivinación a través de las velas:
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Las respuestas de la llama: consiste en realizar preguntas frente a una vela encendida, e interpretar lo que la llama nos responde según sus reacciones y movimientos.
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Lectura de los restos de la vela: consiste en encender una determinada vela para que responda a una pregunta concreta (por ej.: qué ocurrirá con mi pareja?), y, luego de consumida, interpretar su impronta.
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Por goteo sobre agua: consiste en preguntar por cuestiones concretas frente a una vela encendida, y realizar, sobre el agua contenida en un vaso o recipiente, un goteo de cera de esa misma vela. Luego se interpreta la figura resultante.
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Por goteo sobre papel: como el anterior, consiste en preguntar por cuestiones concretas frente a una vela encendida, y realizar, sobre un papel blanco liso, un goteo de cera de esa misma vela. Luego se interpreta la figura resultante.